Tras marcar el tercer mejor tiempo en la sesión de clasificación del sábado, el líder del Campeonato, Sebastian Vettel, recibió de parte de su ingeniero de pista la orden de "detener el monoplaza", aparentemente a causa de un problema técnico -muchos creyeron que el motor del RB8 había sufrido algún problema-.

Pero cuando los jueces técnicos intentaron extraer la muestra obligatoria de un litro de carburante del monoplaza, el recipiente se quedó más de cien mililitros por debajo de la marca necesaria, lo que provocó la consecuente sanción para el bicampeón germano.

Así, Vettel arrancó la carrera desde el pitlane, aunque en última instancia consiguió salvar los muebles al terminar en tercera posición, no sin algo de fortuna por la salida de los dos coches de seguridad en momentos perfectos para él. "Sinceramente, no tenemos una respuesta clara (para lo que ocurrió al final de la calificación), pero sospecho que se trató de un error humano", manifestó Christian Horner en declaraciones al canal alemán Sport1. "Renault nos comunicó que debíamos detener el coche. Como temíamos que pudiera ser algo que dañara el motor, seguimos sus instrucciones", añadió.

"Tuvimos que explicar a los comisarios por qué detuvimos el coche, ellos aceptaron nuestros argumentos, pero luego tuvimos que entregar la muestra de un litro". En este sentido, Horner reconoció que Renault no ha sido capaz de explicar la razón de que hubiera tan poca gasolina en el depósito del RB8 aunque recientemente descartó que la marca francesa fuera la culpable en el error de calcular la cantidad de combustible en el monoplaza.