La vieja Honda se dejó ver en el Gran Premio de Canadá. Los ojos estaban puestos sobre ella, sobre esta primera gran actualización de motor. Puestos, porque Red Bull se sigue debatiendo entre dar el salto a la unidad de potencia Honda, o permanecer con Renault, cuya relación se encuentra muy deteriorada.

Y salió la peor versión de Honda, afortunadamente para su imagen, en la sombra, con cambios en el box sin que ocurriera una de esas grandes roturas a la que nos había acostumbrado en los últimos años. Brendon Hartley y Pierre Gasly estrenaron unidad de potencia, pero en el caso del francés, tuvieron que dar un paso atrás el sábado.

Algo no fue bien en ese motor. La telemetría resultaba confusa y las posibilidades de rotura eran reales, motivo por el que tuvieron que volver al motor anterior. Tras una mala clasificación del piloto, decidieron estrenar una nueva unidad de potencia, la cuarta, y así no penalizar en próximas pruebas.

Estrenar cuatro unidades de potencia en solo siete grandes premios cuando había que realizar veintiún carreras con solo tres unidades de potencia, no es la mejor carta de presentación. Pero pese a este fallo en la nueva unidad de potencia, Honda se muestra positiva, y en palabras de Toyoharu Tanabe, el aumento de rendimiento ha sido satisfactorio.

“Las actualizaciones de la unidad de potencia que trajimos aquí han generado un notable aumento del rendimiento, lo que sin duda es una buena señal para el siguiente tramo de la temporada”, afirmó Tanabe. “En la parte negativa, tuvimos un problema de fiabilidad en el motor de Pierre. Sin embargo, luego tuvo una carrera muy fuerte remontando desde atrás”, finalizó el japonés responsable de Honda F1 en el circuito.