No fueron tan bien las cosas a principio de año para Red Bull: un monoplaza que no respondió como se esperaba y una reglamentación pensaba para cortarles las alas a los coche de Adrian Newey dejaron a RBR con un solo podio en las tres primeras carreras, y no fue hasta la cuarta (Bahréin) cuando Sebastian volvió a ganar. Pero el equipo ha sabido recuperarse y volver a estar en plena forma, con tres victorias consecutivas de Vettel en las últimas tres carreras disputadas. Para Lewis, el éxito de Sebastian es cuestión de suerte: "Cuando yo gané el campeonato, no tuve tanta suerte como Sebastian ha tenido por contar con un coche tan dominador que también lo es el año siguiente", asegura el británico de 27 años.

Hamilton va sumando años a su carrera sin lograr otro título mundial que sumar al que ganó en 2008. Y cree que semejante sequía no se la merecen ni él ni su equipo, del que se despedirá a finales de este año, pues correrá con Mercedes en 2013: "Estoy muy triste por no haber podido ganar otro campeonato mundial. Creo que nosotros, como equipo, somos lo suficientemente buenos como para haberlo hecho, y creo que yo soy lo suficientemente bueno como para haberlo hecho".

Un año por unos motivos; otro, por otros. Pero al final, Lewis se queda sin corona: "Por lo que sea, no lo he logrado, y no me voy a quejar. Para el resto del año simplemente trataré de ayudar al equipo en el Mundial de Constructores". McLaren es tercero en el campeonato de equipos, con 83 puntos, por detrás de Red Bull, mientras que Hamilton es cuarto en el de pilotos, 62 puntos por detrás de Vettel.

Ganar el Mundial este año es cosa de dos, según todas las apuestas: Vettel o Alonso. Pero los números dicen que, con 100 puntos todavía en juego, hasta Hamilton podría ganar. Para el británico, sería poco menos que un "milagro" darle la vuelta a la clasificación general: "En realidad, estamos demasiado lejos como para ganar el título de pilotos. Si lo hiciéramos por alguna clase de milagro, me comeré mis palabras".