Mercedes recibio muchas criticas tras la carrera en Brasil, por no acceder a las peticiones a mitad de Gran Premio de Lewis Hamilton, para adoptar una estrategia diferente a la de su compañero de equipo, Nico Rosberg, dando por tanto un resultado predecible.

En Yas Marina, Hamilton intentó algo distinto durante la segunda etapa de la prueba, en lugar de parar inmediatamente después de Rosberg, tras la segunda detención del alemán en boxes. Así Hamilton, discutió por radio con su ingeniero, Pete Bonnington, sobre la posibilidad de permanecer en pista hasta el final de la carrera, pero como sus neumáticos se desgastaban y Rosberg se escapaba, la idea fue rápidamente rechazada.

"Todos nos criticaban cuando controlábamos demasiado. Esta vez hubo dos estrategias que podrían haber funcionado, así que se lo permitimos a él, con su ingeniero de carrera al lado, desde los boxes, para decidir qué estrategia era la mejor", declara Wolff.

Otra opción abierta para Hamilton era volver a los superblandos en su última parada, restando sólo 14 vueltas, pero al no tener un juego nuevo, la decisión fue la de utilizar otros blandos nuevos. "Estábamos un poco preocupados de si el superblando duraría hasta el final. Vimos que en el primer stint de ese neumático duraba ocho o nueve vueltas a plena carga de combustible. Al final de la carrera, hubieran sido 15 giros, por lo que el resultado hubiera sido peor", añade.

Después de acortar una distancia de 12.5 segundos a solo 6.8 segundos, los neumáticos de Hamilton decayeron, dejando al tres veces campeón del mundo a espaldas de Rosberg para conseguir este su tercera victoria consecutiva.

Wolff piensa que Hamilton podría haber intentado la táctica con los superblandos, si hubiera sido capaz de rodar unas pocas vueltas más, en su segundo stint, con los blandos. "Valió la pena considerarlo y ver cómo resultaba. Entonces de haber hecho eso con este neumático, él podría haber ido a la opción del superblando y habría sido una realidad el ganar la carrera, pero el neumático no duró, por lo que un tercer juego era la mejor opción", apunta al final.