Lewis Hamilton logró su cuarto campeonato del mundo de Fórmula 1 en el Gran Premio de México. El piloto británico contaba este fin de semana con un número considerable de combinaciones que le darían la corona dependiendo de sí mismo, pero lo cierto es que el de Mercedes tuvo que hacer frente a una carrera inusual en la que pudo haber abandonado.

Hamilton quedó fuera de la lucha por la victoria tras tener un toque con Sebastian Vettel en las primeras curvas. El británico sufrió un pinchazo que le hizo perder una gran cantidad de tiempo y le obligó a pasar por boxes, por lo que quedó muy alejado del grupo desde las primeras vueltas. A partir de ahí, Hamilton intentó recuperar posiciones pero el incidente le dejó demasiado atrás para reincorporarse a la batalla por el podio.

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Con un monoplaza dañado y un ritmo más lento de lo habitual, Hamilton llegó a ver las banderas azules en la primera mitad de la carrera. El piloto de Mercedes se dejó superar por Max Verstappen en un suceso que no ocurría desde el Gran Premio de España de 2013, antes del comienzo de la era híbrida de la cual el equipo de Brackley ha sido el claro dominador.

En una carrera que se disputó a una parada y el coche de seguridad virtual dio aire a todos aquellos que no habían realizado su paso por boxes, Hamilton tenía una complicada remontada por delante. Aun así, el británico entró en la zona de puntos al acabar la carrera en novena posición. Poco le debió de importar sabiendo que, a pesar de un extraño día, se aseguró su cuarto título mundial.