En un domingo plagado de presentaciones a pocas horas del arranque de la pretemporada de Fórmula 1, el equipo Haas ha mostrado al mundo el aspecto que tendrá el monoplaza con el que debutarán en el Gran Circo en 2016: el VF-16.

Luce los colores gris, negro y rojo como principales, sin apenas patrocinadores aunque destaca en el morro el de Richard Mille, que recientemente ha cerrado un acuerdo por diez años con McLaren, además del ya sabido de Haas Automation.

El monoplaza, con chasis Dallara -que vuelve a la categoría- y con motor Ferrari, el conjunto norteamericano -que no se olvida de lucir una bandera-, tratará de sorprender en su primer año logrando los primeros puntos de su historia.

La entrada de Haas en la Fórmula 1 tras ser un referente en las competicines americanas no hace más que globalizar la marca, según su propietario, Gene Haas: "Desde un punto de vista internacional, la Fórmula 1 es el escalón más alto de la competición, y Haas Automation construye las máquinas de la más alta calidad. Cuando uno escucha 'F1' sabe exactamente lo que es: una serie de carreras global que muestra lo último en tecnología y atrae a los mejores talentos de la ingeniería y el diseño", ha señalado tras presentar al mundo su primer monoplaza del Gran Circo.

"Haas Automation tiene una excelente reputación en los Estados Unidos y quiero que esa reputación crezca en todo el mundo. Conectar Haas Automation con F1 en el nombre y en la práctica es la mejor manera de hacer crecer nuestro negocio y elevar Haas Automation hacia una marca global"

Por su parte Günther Steiner, jefe del equipo, ha vuelto a dejar claro que el objetivo no es otro que sumar puntos desde el primer año y hacerse un hueco en el deporte.

"Al igual que los productos de Haas Automation evolucionan continuamente, volviéndose cada vez mejores y más eficientes, nuestra metodología detrás del VF-16 fue para hacer que sea la mejor evolución de un buen coche de Fórmula 1. Somos un equipo nuevo, así que miramos lo que estaban haciendo los equipos exitosos para crear una línea de base de la dirección que teníamos que tomar con nuestro diseño", ha apuntado.

"Tenemos diseñadores muy experimentados que trabajaron duro para desarrollar todas las pequeñas partes desde una perspectiva aerodinámica que, colectivamente, suman mucho. Y nuestro socio técnico, Ferrari, nos suministró nuestra unidad de potencia, y eso realmente definió la parte trasera del coche y lo grande que tenía que ser", ha proseguido.

"Nuestro objetivo con este coche es sumar puntos. En primer lugar, tenemos que salir y demostrar que podemos hacer el trabajo, que podemos terminar las carreras, que somos respetados por los aficionados y otros equipos en el paddock. Entonces, queremos sumar puntos. Ése es el objetivo final".

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