Romain Grosjean quiere sumar sus primeros puntos de la temporada en el próximo Gran Premio de Azerbaiyán. El piloto de Haas acumula tres carreras en las que suma un abandono y un rendimiento bastante discreto en las dos siguientes citas pese al aparente buen rendimiento del monoplaza americano; o al menos así lo reconoce el propio piloto francés.

“Creo que el coche es realmente bueno y el equipo ha hecho un buen trabajo. No hemos tenido mucha suerte hasta ahora”, afirma Grosjean. Hemos tenido tres carreras en las que estábamos en puntos y no lo hemos conseguido. Estoy seguro de que nuestro momento llegará y, con suerte, será en Bakú. Necesitamos tener todo controlado para clasificarnos frente a los demás y competir desde allí. La cabeza es una parte diferente, donde Mercedes aun no ha ganado, pero todavía luchando muy duro”, añade.

El circuito urbano de Bakú es uno de los más singulares de la temporada. Pese a dispiutarse en plena ciudad, es un trazado bastante rápido, especialmente por su larguísima ‘recta’, que en realidad es una suma de curvas con el pedal a fondo que desembocan en la recta principal.

Bakú es un circuito definitivamente diferente al resto. Tiene una larguísima recta, donde la velocidad máxima juega un papel fundamental. Luego una parte muy revirada alrededor del castillo. Será un buen desafío. No fuimos muy competitivos aquí el año pasado. Para seguir a nuestro nivel necesitamos seguir desarrollando el coche, traer actualizaciones y sacar el máximo partido a la base que tenemos”, explica.

Grosjean señala la zona del castillo, una de las más estrechas de todo el calendario, como el punto más desafiante del circuito: “Bakú es un desafío en su totalidad. En concreto diría que la zona del castillo, donde la pista se estrecha. Es bastante complicado con un coche ancho. Tiene que tener el equilibrio correcto en las curvas. Es muy emocionante. La diferencia con el coche de la generación actual está en los puntos de frenado. Frenas mucho más tarde y tienes más velocidad en las curvas”, concluye.