Ferrari no se moverá de Italia. La escudería transalpina ha descartado salir de su casa para intentar acabar con una larga sequía de seis años sin ganar el Campeonato del Mundo de Constructores en el Gran Circo. Sin acierto en la nueva era de los motores turbo V6, los de Maranello han experimentado una reorganización radical para la nueva temporada, y su nuevo presidente, Sergio Marchionne, admite que, pese a los cambios, 2015 será otro año difícil.

A finales de los años 80, Ferrari fichó a uno de los diseñadores más competitivos de la época, John Barnard, que trabajaría para el equipo en una sede del Reino Unido. Actualmente, el legendario conjunto italiano ha tratado de seducir a los mejores diseñadores de la Fórmula 1 del momento, como Adrian Newey. Estos acercamientos han desatado los rumores sobre un posible retorno de la escudería a una sede en territorio británico. Sin embargo, Marchionne ha descartado cualquier tipo de especulación al respecto.

"Ferrari es Italia, y eso no se toca. Un Ferrari debe ser diseñado en Italia, cualquier otra cosa sería una blasfemia", señaló el italiano para la publicación alemana SpeedWeek.

Marchionne, famoso por la resurrección no sólo Fiat, sino también de Chrysler, se ha centrado en reactivar el peor tramo de la era Ferrari, lo que no será tarea fácil para el actual presidente. "Ya he simplificado mi vida porque ahora sólo tengo tres teléfonos, pero es cierto que en estos momentos vivo prácticamente en los aviones", concluyó Marchionne.

Marchionne asegura que el desarrollo de motores supone la primera victoria de este año