Sebastian Vettel tuvo una sesión de viernes algo atípica, especialmente en lo que se refiere a la segunda sesión de entrenamientos libres. Tras demorarse en exceso a la hora de salir a pista tras una insulsa vuelta de instalación, cuando finalmente lo hizo tuvo un gran trompo, afortunadamente en una de las zonas con mayor escapatoria del circuito, lo cual no impidió que destrozara sus neumáticos apurando el asfalto e incluso llegara finalmente a la grava, de la que pudo salir para entrar inmediatamente a boxes.

Tras pasar mucho tiempo en boxes, el alemán regresó finalmente, y con un juego nuevo de ultrablandos, marcó un competitivo tiempo que le dejaba a apenas medio segundo del mercedes de Lewis Hamilton. Sin embargo, Vettel no acababa de encontrarse cómodo, y un nuevo susto al entrar al carril de boxes, donde rozó el muro de protección, fue la puntilla.

El equipo decidió analizar a fondo el vehículo, y tras escuchar al piloto, que afirma que algo no va bien en la parte delantera, Ferrari ha decidido hacer un cambio de chasis para el resto del fin de semana.

El cambio, consensuado con la FIA, no conlleva ningún tipo de penalización. Tampoco se ha especificado si el equipo, que se está acostumbrando a trabajar contrarreloj en los últimos Grandes Premios, necesitará romper el toque de queda para tener el coche listo. Generalmente, solo se lleva un chasis de reserva a las giras fuera de Europa, por lo que Ferrari deberá extremar las precauciones.