Otra dramática jornada para Fernando Alonso esta temporada. El piloto asturiano sufrió un nuevo problema en el motor Honda de su McLaren en su primera vuelta del día y el equipo tuvo que sustituir la unidad, algo que no le permitiría volver a rodar hasta la tarde. En lugar de quedarse en el paddock esperando, Alonso abandonó el circuito para regresar al hotel y mantenerse activo jugando al pádel. En la segunda sesión pudo completar 21 vueltas, aunque marcó el tiempo más lento del entrenamiento.

“Se ha roto el motor. Ha gripado en la primera vuelta y se han bloqueado las ruedas traseras. Teníamos un agujero en el motor y por ahí se perdía el aceite que se ha visto en la televisión. Lo hemos cambiado para la segunda sesión. Ahora estamos empezando el fin de semana”, explicó Alonso ante los micrófonos de las televisiones.

Aun así, Alonso considera que los segundos libres han sido útiles. “Son vueltas que sirven para calibrar el motor, ya que cuando pones uno nuevo necesitas unas tandas para optimizarlo y sacarle todo su potencial. Teníamos piezas que probar… Hemos ido alternando un poco lo que podíamos hacer al tener dos coches en la última sesión. Ahora reuniremos lo positivo en los datos y mañana tendremos un día mucho más tranquilo. Ojalá cuando pongamos el coche a punto mañana estemos mejor que en los últimos Grandes Premios”.

“En la primera tanda estábamos muy lejos porque el neumático necesitaba mucha calibración. En la segunda teníamos un poco más de potencia, pero menos de la esperada. En la tanda larga ya estábamos en los tiempos que esperamos tener en carrera. Creo que hemos terminado la sesión más o menos donde la teníamos que haber empezado, pero para mañana tengo mejor sabor de boca que hace dos horas”, añadió.