Un Gran Premio más que no termina Fernando Alonso en 2017. El piloto asturiano sumó su tercer abandono en tres carreras en Bahréin cuando sufrió un nuevo problema de motor mientras luchaba por el 11º lugar. Alonso también manifestó sus quejas a lo largo de la prueba a través de la radio del equipo, las cuales trasladó a los micrófonos de Movistar F1 cuando se bajó del McLaren.

“Tuve problemas de motor. La velocidad que teníamos en las rectas era impresionante. Ha sido una carrera difícil, arañando donde podíamos y rozando casi los puntos. No fuimos capaces de sacar nada al final. En rectas había veces que miraba por el retrovisor y veía que otros estaban a 400 metros de mí. Empezaba a cambiar cosas o a escuchar instrucciones, llegaba la frenada y los tenía al lado. Me parecía imposible”, explicó el asturiano.

Alonso espera que las próximas carreras sean también complicadas. “No sé cuánta potencia teníamos en carrera, pero somos demasiado lentos tanto en clasificación como en carrera. Pero no queda otra. Llevamos repitiendo lo mismo desde los tests de Barcelona y no hay ninguna novedad en ese sentido. Hay que tener paciencia y esperar unas mejoras en las próximas citas. Las siguientes serán complicadas. En Rusia el motor cuenta mucho y ojalá Barcelona sea la primera donde no hay tantas rectas y podamos ser un poco más competitivos”.

El asturiano afirma que toca pensar en Indianápolis, algo que podría servirle como motivación. “Vamos a centrarnos un poco en las 500 Millas a partir de mañana, con un poco de estudio y estando en contacto con el equipo para ver datos de telemetría y ver cómo son las cosas allí. También me vendrá bien para refrescar un poco la cabeza.