Se acabó la espera. Entramos en semana de Gran Premio, y como es tradición, la caravana de la Fórmula 1 viaja hasta Melbourne, en Australia, para una primera carrera que suele ser tan impredecible como emocionante.

Una primera carrera del año donde todos tiene muchas ganas de llegar, hasta el punto de que resulta complicado afirmar quién es el que tiene más ganas o menos. Aunque sin duda, uno de los más ansiosos, es Fernando Alonso, deseando comprobar de qué es capaz nuevo coche con motor Renault, tras haberse sufrido durante tres temporadas el motor Honda.

“¡Finalmente es hora de carreras! No será mi primera carrera este año, ya que estuve en las 24 horas de Daytona y he tenido una pretemporada muy ocupada, pero estoy muy emocionado de ponerme al final al volante del MCL33 para el primer Gran Premio del año.”, aseguraba el asturiano.

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Y es que aunque el MCL33 no tuvo la fiabilidad deseada por el equipo durante las pruebas invernales, Alonso logró marcar unas vueltas a un gran ritmo, que muestran, que al menos, hay potencial; “Nuestro automóvil demostró mucho potencial en las pruebas de invierno, y aunque sabemos que aun tenemos mucho por trabajar, ya hemos aprendido mucho sobre el paquete completo y cómo todos los elementos del automóvil de este año funcionan juntos. Australia es la primera prueba real y tenemos que trabajar duro todo el fin de semana para poner todos los ingredientes juntos”, afirmaba Fernando.

Nadie puede predecir cómo llegarán el resto de los equipos a esta primera carrera de la temporada y eso contribuye a aumentar la emoción. Melbourne es una gran pista, y después de lo que ha sido un largo invierno, estoy deseando ver lo que podemos hacer., concluyó Fernando, que, al menos de momento, se niega a hacer predicciones sobre lo que puede lograr el McLaren en esta primera carrera del año.