La jornada de viernes del equipo McLaren durante el Gran Premio de Austria ha sido sencillamente para olvidar. Multitud de problemas y pequeños inconvenientes que culminan con unos tiempos con los que solo se puede aspirar a no quedar últimos.

En la búsqueda de soluciones y tras consultar todos los datos, el equipo británico ha creído conveniente cambiar uno de los elementos de la unidad de potencia, concretamente, el turbo, que apenas le ha durado al asturiano cuatro carreras.

Es el tercer turbo que monta el vehículo #14 y el último permitido para toda la temporada sin que conlleve sanción. La pieza, cuyo destino era durar un total de siete carreras, apenas ha llegado a las cuatro. Ya en el Gran Premio de España, el equipo tuvo que realizar un primer cambio. Fernando completó ese Gran Premio en octava posición para a continuación sumar tres abandonos consecutivos.

Lo cierto es que el vehículo de Fernando Alonso, pese a no montar la nueva MGU-K, se ha visto más competitivo en estos terceros libres, pero alarma el hecho de que a este ritmo, el McLaren necesite más de cinco turbos para acabar la temporada, lo que unido al más que plausible cambio de MGU-K y algunos elementos como las baterías, acabe significando un final de temporada plagado de sanciones.

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