Chasis: STR14 Sede: Faenza, Italia
Motor: Honda Debut: Gran Premio de Bahréin 2006
Staff
Director: Franz Tost Jefe de equipo: Franz Tost
Director técnico: Jody Egginton Aerodinámica: Phil Mitchell
Diseñador jefe: Phil Arnaboldi
Palmarés
GPs: 268 Títulos: 0
Puntos: 500 Victorias: 1
Poles: 1 V. Rápidas: 1
Podios: 3

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Palmarés del equipo Toro Rosso en Fórmula 1

Año Chasis Motor Neumáticos Pos. Vic. Poles V.R. Ptos. GPs
2019 STR14 Honda Pirelli 6 - - - 85 21
2018 STR13 Honda Pirelli 9 - - - 33 21
2017 STR12 Renault Pirelli 7 - - - 53 20
2016 STR11 Ferrari Pirelli 7 - - 1 63 21
2015 STR10 Renault Pirelli 7 - - - 67 19
2014 STR9 Renault Pirelli 7 - - - 30 19
2013 SRT8 Ferrari Pirelli 8 - - - 33 19
2012 STR7 Ferrari Pirelli 9 - - - 20 20
2011 STR6 Ferrari Pirelli 8 - - - 41 19
2010 STR5 Ferrari Bridgestone 9 - - - 13 19
2009 STR4 Ferrari Bridgestone 10 - - - 8 17
2008 STR3 Ferrari Bridgestone 6 1 1 - 39 18
2007 STR2 Ferrari Bridgestone 7 - - - 8 17
2006 STR1 Cosworth Bridgestone 9 - - - 1 18

Biografía del equipo Toro Rosso

2019 (6º, 85 puntos)

La marcha de la estructura de Daniel Ricciardo y los problemas burocráticos con Dan Ticktum pusieron en jaque a Toro Rosso que tuvo que volver a tirar de ex pilotos para encontrar quién ocupara el asiento. Para sorpresa de propios y extraños, se hacían con los servicios de Daniil Kvyat, quién había estado en el simulador de Ferrari en el último año. Al ruso le acompañaría Alex Albon, quién también formó parte de la estructura de Red Bull en el pasado.

A pesar de que los pilotos llegaban sin haber competido en Fórmula 1 en 2018, superaron la papeleta en las carreras iniciales con cierta soltura, puntuando en las tres primeras carreras del año. No estaban para dominar la zona media, pero lograban sumar puntos con cierta frecuencia. Reseñable el séptimo y octavo puesto en el siempre complicado circuito de Mónaco.

El gran momento para Toro Rosso llegaría en Alemania, en un alocado Gran Premio pasado por agua en el que contra todo pronóstico, Daniil Kvyat lograba subir al podio con un tercer puesto, al tiempo que Albon era sexto. El equipo escuela de Red Bull lograba el segundo podio de su historia tras la victoria de Sebastian Vettel en Italia, en 2008.

Esto supuso un gran impulso para el equipo que seguía puntuando cada vez que era posible, sin estar a la altura de McLaren o Renault. El intercambio de pilotos entre Gasly y Albon no supuso un paso atrás, pues el francés se adaptó rápidamente al Toro Rosso hasta el punto de que de forma inesperada, Gasly logró lo que no consiguió en Red Bull, un podio, y además, con un segundo puesto, en Brasil, tras una intensa lucha con Hamilton.

Toro Rosso cerraba una de sus mejores temporadas en las que incluso se permitió incomodar a Renault en constructores, finalizando sexto a tan solo seis puntos de Renault.

2018 (9º, 33 puntos)

Tercer año consecutivo que el equipo afrontaba un cambio de motorista, aunque en esta ocasión, tenía mucho significado detrás. Honda aterrizaba en Toro Rosso como primer paso a motorizar también a Red Bull, por lo que los movimientos en el equipo cantera iban a ser mirados con lupa.

Tras un comienzo complicado, Toro Rosso acaparó las miradas del mundo de la Fórmula 1 en Bahréin, donde sin aun entender las causas, el STR13 tuvo en manos de Pierre Gasly un rendimiento espectacular, cruzando línea de meta en una llamativa cuarta posición.

El equipo no pudo mantener el rendimiento en las siguientes carreras, sufriendo más de la cuenta, si bien, aún conseguían destacar de forma eventual, como con la séptima posición cosechada en Mónaco o el sexto de Hungría. La unión entre Toro Rosso y Honda dejaba destellos, mientras en Red Bull estaban contentos pues precisamente lo que querían era que el motorista experimentara todo lo que fuese necesario.

Como punto negativo, no estaban sumando tanto como parecían capaces de lograr, y la temporada se acercaba a su fin. De hecho, el equipo no fue capaz de acabar con sus dos coches en los puntos en todo el año, y el bagaje final es de 33, solo superando los siete puntos de una pobre Williams.

2017 (7º, 53 puntos)

Toro Rosso decidió seguir confiando en su pareja de pilotos, Sainz – Kvyat, a pesar de lo que había empujado el español para partir hacia Renault, y de las dudas que había generado el ruso en su última temporada, más con Pierre Gasly, del Red Bull Junior Team, como reciente ganador de la GP2 Series.

Ya desde Australia, Sainz volvió a ser el piloto constante, el que traía puntos al equipo, mientras que Kvyat, si bien podía igualar la velocidad de Sainz, su ritmo de carrera y efectividad estaba muy alejada del piloto español. Así mientras Carlos lograba puntuar en cinco de las seis primeras carreras, Kvyat solo lo lograba dos veces.

Y si el sexto puesto de Carlos Sainz en Monaco parecía positivo, más aún lo fue el cuarto logrado en el accidentado Gran Premio de Singapur, dejando sin palabras a todo el equipo en un momento en el que su marcha a Renault se daba por hecha. En esa misma carrera, Kvyat estaba remontando pero acabó contra el muro, sumando su novena carrera consecutiva sin puntuar, lo que acabó con la paciencia del equip que decidió bajarlo para Malasia y Japón a favor de Pierre Gasly.

Tras las carreras de Malasia y Japón, se confirmó la marcha de Sainz hacia Renault con efecto inmediato, por lo que para el Gran Premio de Estados Unidos, regresó Daniil Kvyat al Toro Rosso. Sin embargo, la ausencia de Pierre Gasly, que viajó a Japón para luchar por el título de la Super Formula, obligó a Red Bull a buscar otro piloto, decidiéndose finalmente por Brendon Hartley, ex de Red Bull, y que venía de competir con Porsche en el mundial de resistencia, donde era doble campeón del mundo.

Hartley, a pesar de ser un descarte de Red Bull, contaba con el apoyo de Honda, quién se había confirmado como motorista de Toro Rosso para la siguiente temporada. Tras Austin, donde Kvyat logró puntuar, Red Bull finalmente le liberó de su contrato, corriendo el resto de la temporada tanto Pierre Gasly como Brendon Hartley, tres carreras en las que ninguno logró puntuar, lo que acabó pasando factura en la clasificación de constructores.

Toro Rosso cedía el sexto puesto cimentado por los resultados de Carlos Sainz a favor del nuevo equipo del español, Renault. El equipo de Faenza consiguió 53 puntos y un cuarto como mejor posición por los 57 puntos de Renault. Sí lograron superar a Haas con 47 puntos y a McLaren, con 30 puntos.

2016 (7º, 63 puntos)

Con posiblemente los dos pilotos con más potencial de toda la parrilla, Toro Rosso iniciaba la temporada con expectativas muy altas, si bien en la primera carrera del año, en Australia, los diversos encontronazos entre Max Verstappen y Carlos Sainz dejaron claro a los de Faenza que gestionar los pilotos iba a ser con casi toda seguridad el gran quebradero de cabeza del año.

Como ocurriese en 2015, el Toro Rosso comenzó la temporada con una buena competitividad, que permitió a los pilotos puntuar en cinco ocasiones en las tres primeras carreras, destacándose el sexto puesto de Max Verstappen en Bahréin. Para el Gran Premio de España, el equipo incorporó a Daniil Kvyat para sustituir a Max Verstappen, que se marchaba a Red Bull.

Mientras Sainz siguió a lo suyo, puntuando con regularidad, a Kvyat le costó adaptarse y rara vez estaba en los tiempos del piloto español. Superado el ecuador de la temporada, la falta de actualizaciones comenzó a pasar factura al equipo italiano, y tras la última modificación realizada en Alemania, el vehículo perdió el balance, siguiendo una línea totalmente equivocada que les llevó a hacer una y mil pruebas hasta final de año.

De entre los resultados, destacan dos sextos puestos conseguidos por Sainz en Estados Unidos y Brasil, donde bajo el aguacero llegó a estar en posiciones de podio. Si bien los buenos resultados no fueron suficientes para superar a McLaren, echando en falta los puntos de Kvyat que apenas logró cuatro en 17 carreras.

Toro Rosso cerraba el año en séptima posición con 63 puntos por los 76 de McLaren y muy por delante de los 29 logrados por Haas.

2015 (7º, 67 puntos)

Toro Rosso encara una temporada cargada de novedades, principalmente porque sus dos pilotos titulares son debutantes. Por un lado, Carlos Sainz, recién coronado como campeón de las World Series, y por otro, Max Verstappen, un joven de 17 años (cuando comienza la campaña) sin casi experiencia en monoplazas.

Por ello, las críticas en cuanto a su fichaje se hacen notar durante los primeros meses, sin embargo, termina por convencer a todo el paddock de que no se trata de un piloto cualquiera. Además, ambos se convierten en la pareja de pilotos más joven de la historia de la Fórmula 1.

En Australia, Carlos se estrena con dos puntos en su casillero, mientras que Max suma su primer abandono debido a problemas de motor. Ambos terminan entre los diez primeros en China, mientras que en Bahréin no acaba ninguno de los STR10.

La primera mitad de la temporada de los de Faenza supone una clara muestra de progreso respecto a años anteriores, ya que incluso pueden poner en jaque a Red Bull en alguna prueba. Sainz es mejor durante las siete primeras carreras, sin embargo, lo fallos mecánicos se ceban con el madrileño a lo largo de la temporada e incluso las malas paradas en boxes le resultan un quebradero de cabeza.

Desde Austria a Bélgica el español encadena cuatro abandonos consecutivos por causas ajenas a él, lo que supone un gran hándicap en su lucha con Verstappen. Por su parte, el holandés consigue el mejor resultado del equipo en 2015 en Hungría, tras terminar en cuarta posición. Desde Singapur frecuenta el top diez en seis ocasiones de forma consecutiva, lo que es de gran importancia para al final conseguir en total 49 puntos.

Por otro lado, Sainz protagoniza también grandes actuaciones, aunque muchos de sus buenos resultados se ven empañados por fallos mecánicos y paradas demasiado lentas en boxes. Finalmente, suma 18 puntos en su casillero.

Así, Toro Rosso termina el año con un balance positivo, tras sumar un total de 67 puntos y el próximo año podrían ser aún más competitivos, después de firmar un acuerdo con Ferrari para que éstos les suministren el motor de 2015.

Hasta ese momento, su continuidad en el Gran Circo había estado en vilo, al igual que la de Red Bull. La temporada 2016 plantea nuevos retos y seguro que se puede disfrutar, una vez más, de un gran duelo entre Carlos y Max, dos de los pilotos más prometedores de la parrilla actual.

2014 (7º, 30 puntos)

Un bólido diseñado por encima de una unidad de potencia que lastró sus resultados. El cambio a motor Renault, tras siete años con Ferrari, no significó una mejora notable en el rendimiento de Toro Rosso. Una temporada más, esta escudería se desliza entre la mediocridad de resultados y vuelve a sonar más por sus pilotos que por sus resultados.

Porque el nombre de la escudería ha retumbado más por el paddock como resultado de su alineación futura que por la presente. Primero fue el fichaje de Max Verstappen y luego el de Carlos Sainz Jr. Renovación total para 2015. Pero antes, fue la temporada. En ella compitieron Jean-Eric Vergne, y Daniil Kvyat, antes de su paso a Red Bull. Una rutina que ya siguieron Daniel Ricciardo y Sebastian Vettel, pero no, sin embargo, para el francés, que en 2015 pasaría a Ferrari como piloto de pruebas.

Las carreras gozaron de un protocolo descafeinado para Franz Tost y compañía. No hubo milagro en forma de podio. El mejor puesto para ellos lo logró en Singapur Vergne, finalizando sexto. Y es que el francés logró la mayoría de puntos de la escudería filial de Red Bull con 22. Kvyat, por su parte, se llevó ocho puntos. Un total de 30, tres menos que en la anterior temporada. Eso sí, subieron un puesto en el Mundial de Constructores al acabar séptimos.

El año comenzó de forma inmejorable con ambos monoplazas puntuando en Australia copando el octavo y noveno puesto. En las siguientes carreras, Malasia y Bahréin, Jean-Eric tuvo que retirarse, mientras que el ruso se situaba en la 10º y 11º posición respectivamente. Daniil no tuvo su primer abandono hasta Mónaco, tras cinco citas del calendario. Sumó otros dos antes de volver a terminar una carrera en la zona de puntos, en Silverstone, junto a su compañero.

El francés, que sólo terminó cuatro carreras de ocho en el inicio, no volvió a abandonar durante el resto de temporada. Su posición más honorífica fue el sexto de Singapur. El inicio prometedor de Kvyat, que le valió un puesto para Red Bull en 2015, se fue difuminando y tras Silverstone, sólo puntúo en Bélgica con un noveno puesto. Decepcionante su temporada en carrera, mientras que sorprendente por momentos a una vuelta. Red Bull le aguarda para la gloria.

2013 (8º, 33 puntos)

Toro Rosso confirmó la continuidad de Daniel Ricciardo y Jean-Éric Vergne como pilotos para 2013 con la esperanza de luchar por estar entre los seis mejores equipos de la temporada.

El comienzo de temporada no fue demasiado esperanzador con tan sólo ocho puntos en las cinco primeras carreras, aunque Vergne maquilló la imagen del equipo Mónaco y Canadá con un octavo y un sexto puesto. El rendimiento de Ricciardo no estaba siendo el esperado durante los domingos, pues en los sábados exprimía al máximo el STR8 para colarse en más de una Q3, pero se desinflaba en carrera hasta el punto de luchar por las últimas posiciones con derecho a puntos.

Desde Gran Bretaña, Vergne no volvería a puntuar en una racha de 12 carreras fuera del top-10 mientras que Ricciardo cogió las riendas del equipo con otras cinco carreras en los puntos, con su séptimo puesto en Monza como mejor resultado -igualando el de China- y con el cual celebró su promoción a Red Bull de cara a 2014 como sustituto de Mark Webber.

El conjunto italiano finalizó la temporada en octava posición, la mejor de su historia (33 puntos) aunque con una imagen mucho peor de la esperada antes de comenzar el curso y con muchos deberes de cara a un 2014 en el que montarán motores Renault como sus 'hermanos mayores' de Red Bull, rompiendo así una relación de siete años junto a Ferrari.

En lo referente a su alineación, Jean-Eric Vergne perdió la batalla con Ricciardo por subir a Red Bull y hará su tercera temporada en Toro Rosso. Su compañero será el campeón de las GP3 Series de 2013, Daniil Kvyat, hasta ahora piloto del Junior Team y que se hizo con el asiento contra todo pronóstico en detrimento del que era máximo favorito, Antonio Félix da Costa. El ruso se convierte así en el primer hombre que pasa directamente de la GP3 a un asiento titular en la Fórmula 1 desde que existe la categoría (2010).

2012 (9º, 26 puntos)

Toro Rosso contó en 2012 con Daniel Ricciardo y Jean-Eric Vergne como pilotos titulares, alineación que reemplazaba a la anterior formada por Jaime Alguersuari y Sebastien Buemi y que demostraba que la metodología del equipo de Faenza era ascender a jóvenes pilotos del programa Red Bull.

El STR7 se presentó en Jerez un día antes del inicio de la pretemporada e, igual que la mayoría de monoplazas, el de Toro Rosso también contaba con el morro escalonado tan característico de la temporada 2012. Aunque se criticó el diseño de los bólidos y su particular ‘belleza’, Vergne lo tenía claro: "Para mí, un coche bonito es un monoplaza rápido". Y a lo largo de 2012, el coche del equipo italiano dio pinceladas de su velocidad y ritmo aunque su rendimiento fue inferior al esperado. Si en 2011 sumaron 41 puntos en la Clasificación de Constructores, en 2012 redujeron casi a la mitad tal cifra y se anotaron 26 para concluir el año en la novena plaza de la general.

En el plano interno, la salida de Giorgio Ascanelli como director técnico tras cinco años en la formación creó un cambio estructural que dio paso a la entrada de James Key como sustituto del italiano. Sin embargo, el STR7 no puntuó en doce de los veinte Grandes Premios, situación que frustró sus opciones de superar a Williams como ya hicieron en 2011.

Tales resultados hicieron que, al finalizar la temporada, el propietario de la compañía Red Bull, Dietrich Mateschitz, instara a "mejoras importantes" para Toro Rosso, admitiendo decepción con el rendimiento del monoplaza. Los mejores resultados del año fueron los octavos puestos logrados por Vergne en Malasia, Bélgica, Corea y Brasil. El australiano y el francés tuvieron una temporada modesta pero ya se confirmó que continuarán en la formación de Faenza en 2013.

2011 (8º, 41 puntos)

Toro Rosso firmó un 2011 de menos a más. El STR6, segundo chasis de producción propia del equipo con sede en Faenza, se presentó al público con discreción en Valencia, aunque sus soluciones llamaron la atención a todo el paddock desde el principio. Un radical concepto del flujo aerodinámico lateral y su canalización hacia el difusor sobresaltó a algunos rivales directos, y durante el invierno provocó muy buenas sensaciones.

El primero en plasmar las ilusiones de la pretemporada en resultados contantes y sonantes fue el suizo Sébastien Buemi, que sumó un prometedor cuarto puesto en Australia. Sin embargo, la llegada del calor malayo en la segunda cita anual despejó uno de los déficits del STR6, el cuidado de las gomas posteriores. Este problema afectó severamente a los dos pilotos del equipo, pero se encarnizó especialmente con Jaime Alguersuari, que debía acabar las carreras efectuando siempre una parada en boxes más que su compañero. El español no logró encontrar un remedio hasta el GP de Mónaco, momento en el que el equipo dio vía libre a una solución de emergencia, que afectaba al reglaje de los amortiguadores posteriores.

Mientras Jaime se pelaba con las gomas traseras y veía como se discutía su plaza dentro del equipo, Buemi sumaba algunos puntos trascendentales para el equipo en Turquía y Mónaco. A partir de Canadá, el español se sumó a la fiesta, encadenanto dos octavas y una décima posiciones que reivindicaron su papel en la escudería.

En la segunda mitad de 2011, el equipo estrenó a bombo y platillo la incorporación de Cepsa como patrocinador principal, una operación que reportaría importantes réditos al conjunto de Faenza y les permitiría ampliar su capacidad técnica de cara a 2012. Con los logos de la petrolera española adheridos al STR6, Toro Rosso llegó a situarse por delante de Sauber en la lucha por la sexta plaza del mundial de constructores, posibilidad que acabó en agua de borrajas por la sorprendente mala prestación del coche en las últimas dos citas del certamen.

2010 (9º, 13 puntos)

La temporada 2010 fue la primera temporada en la que el equipo italiano competía usando su propio chasis desde que en 2005 el equipo fuera comprado por Red Bull y a partir de la temporada siguiente usase los chasis de RB. La pretemporada fue buena para el equipo que hizo tiempos de mitad de pelotón. El comienzo de temporada no fue malo. Jaime Alguersuari consiguió los primeros puntos del equipo en la tercera carrera con un noveno puesto. El equipo rodaría con regularidad en la mitad del pelotón durante toda la temporada y finalizó siempre en posiciones muy próximas a los puntos o en ellos. Sebastien Buemi consiguió puntos en cuatro ocasiones y Alguersuari, en tres, lo que le permitió al equipo finalizar en novena posición con trece puntos.

2009 (10º, 8 puntos)

El equipo Toro Rosso finalizó el año con apena ocho puntos. Helmut Marko decidió deshacerse de Sébastien Bourdais tras nueve carreras sin que sus resultados fuesen excesivamente peores que los de su compañero, Sébastien Buemi. Le sustituyó un jovencísimo piloto español, Jaime Alguersuari, lanzado a los leones sin apenas preparación, y que se tuvo que conformar con llevar el coche a meta siempre que fuese posible. En una temporada algo floja del equipo cantera de Red Bull, apenas se lograron 8 puntos.

2008 (6º, 39 puntos)

En 2008, un joven llamado Sebastian Vettel hizo historia en la escudería: consiguió la primera victoria en el GP de Italia bajo una lluvia torrencial tras haberse apuntado previamente la Pole del mismo GP. El francés Sebastien Bourdais condujo el segundo STR3 aunque sin tanta suerte. Sebastian Vettel conducirá en 2009 para Red Bull, dejando su asiento al suizo Sébastien Buemi.

2007 (7º, 8 puntos)

El equipo experimentó un paso adelante, gracias al cambio de motor, pues pasaron del propulsor Cosworth al V8 de Ferrari. Sin embargo, los abandonos fueron constantes durante todo año. Tras diez carreras en las que solo vio bandera de meta en tres de ellas, Helmut Marko decidió deshacerse del estadounidense Scott Speed, subiendo al vehículo a la gran esperanza de la bebida energética; Sebastian Vettel.

A pesar del paso adelante mencionado, el equipo solo podría puntuar en una de las carreras del año, aunque lo hizo con un sobresaliente resultado, pues el joven Vettel finalizó la carrera en cuarta posición mientras el más veterano Vitantonio Liuzzi fue sexto, sumando los ocho puntos con los que la estructura acabó el año.

2006 (9º, 1 punto)

En 2006, Toro Rosso, de la mano de Gerhard Berger, se adentra en el campeonato Mundial de F1. Tiene sus instalaciones en Faenza. Los pilotos elegidos fueron Scott Speed, prometedor piloto norteamericano cuya carrera ha estado siempre apoyada por Red Bull, y Vitantonio Liuzzi, otro de los pilotos que Red Bull ha llevado hasta la F1 y que en 2005 corrió varias carreras como piloto tiltular del equipo "padre" Red Bull en alternancia con Christian Klien.

Los coches de Berger montaron, con la aquiescencia del resto de los equipos, un motor Cosworth V10 con las revoluciones limitadas. El equipo obtuvo algunas discretas posiciones y sobre todo un punto en el GP de Estados Unidos pero las últimas filas de las parrillas eran su sitio más habitual.

Información

El nacimiento de la Scuderia Toro Rosso de debe a la compra de Minardi por parte de Dietrich Mateschitz. Nada se puede entender de este equipo si no presentamos su historia. Esta pequeña escudería empezó a competir en F1 en 1985, cuando Pierluigi Martini hacía sus pinitos. Sin embargo, habrá que esperar a 1985 para que Pierlugi Martini consiga un primer punto con uno de los monoplazas italianos. La mejor temporada de Minardi es sin duda alguna la de 1991, cuando Pierluigi Martini Gianni Morbidelli, así como Roberto Moreno, consiguieron ocupar el séptimo puesto en el Campeonato Mundial de Constructores. En 1993, Christian Fitippaldi ayudado por Fabrizio Barbazza, Jean Marc Gounon y Pierluigi Martini marcaban 7 puntos y quedaban octavos en el Campeonato de Constructores.

La temporada anterior, gracias a un joven español llamado Marc Gené, un Minardi lograba un punto en el Gran Premio de Europa (disputado en Nurburgring). Era el primer punto que el equipo italiano conseguía desde el Gran Premio de Australia de 1995. Nada es imposible en la F1, sobre todo para Minardi que ha sabido resistir en un mundo a veces más grande que los propios medios que tiene a su disposición.

En el año 2000, el equipo sufrió más de lo que era lógico. A pesar del apoyo económico de la multinacional de Telecomunicaciones Telefónica el equipo no ha podido obtener resultados que convencieran a la empresa española a continuar su aventura en la F1. La posición del equipo de Faenza ha quedado muy debilitada de cara a la temporada 2001 y sólo la adquisición parcial del equipo a última hora por parte del millonario Paul Stoddart consiguió aportar la linfa necesaria para que Minardi pudiera participar en el campeonato 2001.

Un campeonato que continuó con la tónica del equipo que se debatió en las últimas posiciones de la parrilla. Algún cambio se apreció respecto de los GPs inmediatamente anteriores. Fernando Alonso se construyó una reputación excelente y dejó asombrado al circus con sus empresas. Hacia el final de la temporada, Tarso Marqués, dejó paso al piloto malayo Alex Yoong quien aportaba una buena dote monetaria por medio de sponsor malayos.

Vacas flacas para el equipo a nivel económico que, sin embargo, no impidieron que sumara dos puntos y que se colocara por delante de equipos con más presupuesto. El australiano Mark Webber vino a sustituir al "prodigio" Alonso y su rendimiento fue óptimo. Yoong sirvió para aportar los fondos necesarios para que el equipo subsistiera, aunque sus prestaciones dejar que desear. Casi al final de la temporada, el malayo vio como se le daban unas vacaciones forzadas por su bajo rendimiento y fue sustituido por Anthony Davidson, que superó con creces el valor de Yoong pero que no podía aportar dinero al equipo. Para continuar con lo que parece una tradición, el equipo de Faenza ha sido relegado, en todas las pruebas, a las últimas plazas de la parrilla. Sin embargo, su punto fuerte ha sido su excelente fiabilidad, si se tiene en cuenta su presupuesto. Jos Verstappen ha logrado más tiempo en carrera que Rubens Barrichello, de Ferrari, lo que demuestra que pese a su moderado presupuesto, pueden lograr actuaciones que, aunque no son notadas, son de importancia para la moral del equipo.

El año 2004 no ha sido una excepción en esta trayectoria menor del equipo de Faenza. El australiano Paul Stoddart, en su segundo año como primer dirigente del conjunto, ha intentado elevar el nivel de prestaciones de su equipo con la entrada de un prometedor talento italiano que en su tiempo fue el mayor rival de Raikkonen en la Formula Renault, pero su desventaja técnica, acrecentada por unos neumáticos Bridgestone que no se adaptaban a sus monoplazas, evitó esta posibilidad. Al final, un sólo punto fue la cosecha de una estructura que está condenada a las últimas plazas también en el 2005. La lucha por resistir y no vender el equipo se centra en la posibilidad de, desde la posición de participante histórico, hacer valer algunos derechos en la nueva ordenación que debe suponer, ya sea, un nuevo Pacto de la Concordia o la creación de una nueva serie paralela a la actual F1.

Curiosamente, en 2005, el equipo Minardi consigue, eso sí, con la ayudad de la espantada de los equipos Michelin, marcar tres puntos en su casillero de puntuación. Eran muchos años en los que el equipo italiano no había podido pasar de un punto en su calificación de Constructores. Friesacher, más tarde sustituido por Doornbos, y Christijan Albers, pelearon para sacar todo e incluso más de los escasos recursos del equipo. Al final, la carencia económica y la presión política hizo que Dietrich Mateschitz comprase a Paul Stoddart su equipo y que las fuerzas aliadas de Ferrari contasen desde ese momento con un voto más en las luchas que se seguían desarrollando por el control de la categoría.