Esta misma mañana les hemos informado de que Mercedes se hallaba en el ojo del huracán de la última polémica de la categoría reina, ya que sus rivales habían descubierto que había usado el coche de la temporada actual para participar en tres jornadas de entrenamientos privados de Pirelli en el Circuit de Catalunya.

Si bien la FIA había aprobado en un primer momento la celebración de estos test, la reacción de Ferrari y Red Bull no se ha hecho esperar. Ambas formaciones han hecho efectiva una queja ante los comisarios del evento monegasco, dado que, a su entender, el reglamento prohíbe explícitamente el uso de un monoplaza moderno para los test de neumáticos.

Representantes de Mercedes, Pirelli, Red Bull y Ferrari han desfilado esta tarde por las oficinas de los comisarios, que han escuchado los argumentos de cada una de las cuatro partes en una reunión que se ha alargado durante más de tres horas. Finalmente, las autoridades han emitido un comunicado para anunciar que se tramitará un informe al respecto a la Federación Internacional de Automovilismo.

"Después de escuchar y recoger información, los comisarios escribirán un informe a la FIA para que sea llevado ante el Tribunal Internacional", reza el documento.

Llegados a este punto, es inevitable preguntarse qué podría ocurrir en caso de que el citado Tribunal falle a favor de los acusantes. Si bien la FIA ya ha declarado oficial la victoria de Nico Rosberg, pero Sky Italia ha planteado la posibilidad de que los de Brackley sean suspendidos por una carrera y no puedan participar en el Gran Premio de Canadá.

El Tribunal Internacional de la FIA es un órgano judicial de la entidad presidida por Jean Todt. Creado en 2010 e integrado por 12 jueces de nacionalidades distintas, es el encargado de ejercer los poderes disciplinarios de la Federación. Sus decisiones pueden ser apeladas ante el Tribunal Internacional de Apelaciones.