El brasileño Felipe Massa compitió por última vez ante su público el pasado fin de semana en Interlagos y su despedida fue "más especial" de lo esperado en un principio, según Rob Smedley, jefe de ingeniería de rendimiento de Williams.

El piloto de 35 años sufrió un accidente en la vuelta 47, poco después de la subida que da lugar a la recta principal, lo que puso fin a su carrera de manera prematura. Así, el brasileño se bajó del coche y recorrió, notablemente emocionado, los metros hasta su garaje saludando al público que abarrotaban las gradas; incluso los mecánicos de las escuderías salieron a aplaudir al héroe local a su paso por el pit lane.

"Ver todo eso demostró un amor increíble hacia él. Nunca estuvo en Mercedes, ni se ha aproximado, sin embargo, todos los mecánicos salieron y mostraron mucho cariño. Los de Ferrari salieron porque es muy querido para ellos, pero fue increíble. Toda su familia estuvo allí y le apoyaron. Fue muy importante la manera en la que lo apoyaron. Ha hecho un gran trabajo en la F1 y también para su país. Todos estamos muy orgullosos de él. Tienes esa extraña yuxtaposición de querer que lo haga bien y terminar muy arriba. Pero después, tras ver todo lo que ha pasado, ha sido más especial que terminar en octava o novena posición", ha señalado Smedley.

Por otro lado, Williams afrontará la última carrera del año consciente de que el objetivo de la cuarta posición en el Campeonato de Constructores es casi imposible de conseguir. Force India aventaja en 27 puntos a la formación de Grove, por lo que en Abu Dabi tendrían que conseguir un resultado de tintes épicos y no parece probable, si se tiene en cuenta que la máxima puntuación que han sumado este año en una carrera ha sido de 22 puntos.