Como es habitual, la victoria de un nuevo GP de Fórmula 1 se decidió en la primera curva. Aunque hubo otros aspectos para analizar que tuvieron lugar ayer sobre el mítico cemento de Suzuka. Palabras durísimas de Fernando Alonso a su equipo y sobre todo a su motorista en el que fue el GP de casa para Honda. Para nadie es un secreto a esta altura del partido que el motor Honda es horriblemente desastroso, aunque no lo fue especialmente en Japón. En Monza, por ejemplo, fue humillante para el segundo equipo más laureado de la historia.

Sin embargo, hace 310 días que Alonso no conduce con un motor Ferrari (al menos en un circuito de Fórmula 1) y hasta ahora se le veía increíblemente implicado con el proyecto a medio-largo término con McLaren Honda, hasta ayer, que evidentemente explotó.

Sus palabras en la radio durante el pasado Gran Premio como indicando que tenía un motor de GP2 más que uno de F1 no implican directamente que ya no esté implicado –o tanto como antes- con el proyecto deportivo británico-japonés, aunque que justamente las haya pronunciado en la casa de Honda ha sido una mera casualidad, ¿o una acción intencionada en busca de una reacción real?

Jenson Button también dijo ayer en 'su segunda casa' que tanto él como Alonso (ambos campeones del mundo sufriendo en el fondo de la parrilla) son como una especia de "caballeros sin armadura ni espada", lo que vendría a traducirse como un desperdicio de talento.

Me pregunto de qué le sirve a Honda pagar 20 millones de euros a Button y 40 a Alonso de sueldo si tampoco les interesan los resultados este año, sino recoger información para un proyecto 'ganador' en 2016. ¿No sería mejor contratar novatos que no cobren y a los dos campeones en 2016?

Ahora otro problema en la órbita de McLaren es la falta de dinero y patrocinio que no hace falta decir que no compensarán por sus puntos en el Mundial. Si el dinero es un problema, ¿gastar dichos 60 millones de euros no ha sido una acción demasiado optimista con su rendimiento?

Pocas cosas tienen sentido en el proyecto de los motoristas nipones. Entre un jefe de equipo al que le sale humo en lugar de palabras y la posición de restringir información de McLaren y las cambiantes posturas de sus pilotos (incluyendo a Kevin Magnussen), ¿quién confía en McLaren para el año próximo?

Incluyendo a Magnussen porque el antiguo campeón de las WSR 3.5 piensa más en Haas u otras categorías antes que en McLaren para 2016, teniendo la potencial retirada de Button (y la de Alonso, para qué engañarnos) a la vuelta de la esquina. SI el proyecto realmente tuviera una base real de evidencia ganadora, ni Button pensaría en retirarse, ni Alonso en irse al WEC, ni Magnussen a un equipo con 0 experiencia en F1, ¿no?

Futuro muy incierto –para bien o para mal- tanto para McLaren Honda como para sus pilotos, que paulatinamente van perdiendo la esperanza, que ya saben que es ‘lo último que se pierde’…

Las palabras de Alonso y Button podrían ser simplemente frustración por malos resultados o porque realmente no ven futuro con los japoneses y se sienten engañados y que han sido menospreciados durante todo un año. La respuesta real la tendremos en 6 meses cuando volvamos a instalar el camping en Melbourne en vistas de un 2016 prometedor, o no. Hasta entonces, poco más que resignación puede ser recomendable para McLaren…