Según ha publicado la agencia australiana AAP, que hay dos factores cruciales: "Ferrari en primer lugar", pero también "el sonido" de los motores clásicos.

El octogenario, siempre desde su visión más comercial, teme que este cambio provoque que los medios televisivos dejen de comprar los derechos de retransmisión de la Fórmula 1: "Estoy en contra, contra, contra, contra de cambiar a estos pequeños motores turbo de cuatro cilindros", afirma Ecclestone con rotundidad.

"No lo necesitamos y si es tan importante, es el tipo de cosas que un turismo de competición debería llevar. Todo lo demás es cosa de relaciones públicas, no tiene nada que ver con el mundo de la Fórmula 1", sentencia.

"Estos cambios van a ocasionar un coste terrible al deporte. Estoy seguro de que los promotores (de los Grandes Premios) perderán mucha audiencia y estoy casi seguro de que nosotros perderemos la audiencia televisiva", concluye el magnate.