Sin saber si fue mera suerte dentro del eclipse de curiosas casualidades que suelen darse en la carrera inaugural de la temporada en Australia, Romain Grosjean logró un extremadamente meritorio sexto puesto en el que fue el debut de la escudería americana Haas. Parte del mérito se lo ha llevado Ferrari, que motoriza a Haas -entre otras muchas piezas- y es por ello que el jefe supremo de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, no ha dudado en señalar a Haas como un banco de pruebas de Ferrari.

"Ese coche básicamente es un Ferrari. Tiene buen rendimiento porque es un Ferrari. Es el segundo equipo de Ferrari", ha sentenciado con toda seguridad Ecclestone. Hay que remarcar que Haas ha comprado más piezas de un equipo constructor de las habituales, dado que el VF-16 monta unidad de potencia, frenos, suspensión, pedales y demás piezas de Ferrari. Sólo el chasis en sí no es de Maranello, sino de Dallara.

Esto lo hicieron los de Kannapolis en busca de recortar gastos en el principio de su andadura en F1, aunque por ello no están incumpliendo ninguna norma de F1, solo que otros equipos como Sauber, Manor u otros muchos sólo acceden a comprar el motor de algún constructor y no praticamente la íntegra estructura del monoplaza, y es por ello que a Haas se le ha colocado la etiqueta de ser el campo de pruebas de Ferrari.

El beneficio de Ferrari es doble. No sólo cobran por todas las piezas que 'ceden' al equipo de Gene Haas, sino que el legendario equipo italiano también recibe la información recogida por Haas.

Esta no deja de ser una historia semejante a la de Red Bull y Toro Rosso. Y quizá esta última es más obvia dado que la marca de bebidas energéticas es propietaria de ambos equipos (que tienen el mismo exacto nombre en inglés e italiano). No se disimula en este caso dado que se dice abiertamente que los pilotos que tengan buen rendimiento en Toro Rosso podrán ascender a Red Bull, por ejemplo.

Por ello, sigue siendo lícito el que Haas sea el equipo B de Ferrari, aunque ellos aseguran que no es así ni tampoco planean algo parecido, viendo el historial de la F1. De hecho, Mercedes tampoco es inocente en este aspecto, dado que coloca a pilotos en otras escuderías motorizadas por ellos, como Paul di Resta en Williams o Pascal Wehrlein en Manor, además de haber probado este último en Force India también.