En Ferrari tienen claro que tienen que cambiar el rumbo si quieren volver a ser aquél equipo que no dejaba de ganar títulos en el pasado. Es por eso que la filosofía de trabajo dentro de la Scuderia está cambiando y están decididos a tirar la casa por la ventana para lograr tener éxito en 2013.

El lavado de cara que se está dando en el equipo italiano con incorporaciones en los departamentos que necesitaban más refuerzo como es el de la aerodinámica, la remodelación de su túnel de viento, la división del trabajo en dos grupos para esta temporada y la próxima o la llegada de Pedro de la Rosa para ocuparse del simulador, son buena prueba de ello.

"Les dije a los ingenieros: 'vamos a afrontar la realidad, ¿cuánta desventaja técnica teníamos al final de la temporada? Necesitamos preparar un objetivo para lograr que el coche sea competitivo, porque nuestra aspiración es empezar la temporada de una forma competitiva", decía el italiano. "Tenemos que evitar el inicio de campaña del año pasado e incluso del año anterior, porque luego tenemos que invertir muchos recursos para alcanzar a los demás, y luego en una temporada tan competitiva, cuando hay que luchar hasta el final, es difícil mantener el nivel de evoluciones a un cierto ritmo. Así que tenemos que asegurarnos de que al principio estamos ahí y luego veremos dónde podemos llegar con nuestra fuerza. Queremos luchar hasta el final y ojalá con un resultado distinto a este año."

Domenicali dejaba claro que, ahora mismo, el problema que tiene Ferrari es que no están en la posición que deberían en relación a su historia: "Yo estoy siempre bajo presión, pero forma parte de mi vida. Ése no es el problema porque puedo manejar la presión. Sí lo es que un grupo de gente pueda conseguir lo que quiere", continuaba. "No es un problema de ahora o nunca. La cuestión es que tenemos el privilegio, de alguna manera, de que tenemos que ganar. La presión está ahí para asegurarnos de que lo conseguimos, aunque no la necesitemos. El equipo, incluidos los pilotos está muy motivado".

Además se lamentaba por no haber ganado el Campeonato con Fernando Alonso el año pasado después de la completa temporada del asturiano: "No queremos ser segundos con Alonso. Lo que queremos es lograr un coche que pueda ser exitoso con nuestros pilotos. Creo que Fernando hizo el año pasado una de sus mejores temporadas, es increíble como pilotó, y siempre empujó a que el equipo de ingenieros mejorase el coche carrera a carrera".

Es por eso que en Ferrari miran hacia delante desde que cayese la bandera a cuadros en el pasado Gran Premio de Brasil para no cometer los errores del pasado y llegar al comienzo de este curso con un proyecto ganador:

"El año pasado tuvimos la frustración de perder el Mundial pero, en el deporte, si vives de la frustración vives de la derrota, y eso es algo que no podemos llevar en nuestros hombros. La derrota te tiene que hacer crecer, y así es como llegamos a 2013.Tenemos que hacer un esfuerzo ulterior para mejorar en la actividad de simulación, en el simulador. Así pues, tenemos que dar un salto de calidad y por eso hemos llamado a Pedro para ser parte de nuestro grupo."

Finalmente, Domenicali hablaba sobre el monoplaza que presentarán el día 1 de febrero en Maranello, el cual seguirá –como la gran mayoría- una línea continuista del modelo de 2012 aunque de una forma más agresiva, buscando los límites en el reglamento e intentando mejorar en las áreas que le san causado mayores quebraderos de cabeza en el pasado: Aerodinámica y velocidad pura.

"En cuanto al coche, está claro que en una lógica de continuidad reglamentaria no habrá transformaciones increíbles desde el punto de vista estético. Habrá que afinarlo, habrá modificaciones que creo son bastante interesantes, sobre todo porque permitirán desarrollar el coche en áreas donde no lo habíamos hecho antes. Creo que todos intentarán concentrarse en maximizar el llamado 'efecto escapes' en un contexto reglamentado así, porque allí está el mayor rendimiento. No espero ver grandes revoluciones, sino afinamiento y mejoras particulares", afirmaba.

Intentarán, por tanto, seguir el ejemplo de Red Bull y McLaren a la hora de innovar, buscando soluciones que sus rivales no tengan para estar por delante en la carrera de las evoluciones, clave en los últimos años:

"El acercamiento que tenemos es el de ser extremos dentro del límite del reglamento. Puede parecer una frase vacía, pero es la verdad, porque el desarrollo tecnológico de la F1 empuja a ir a esos límites de milímetros, milésimas, márgenes de verdad mínimos que te pueden permitir ganar rendimiento, pero con los que arriesgas a no tenerlo todo en su sitio. Lo bonito de la F1 es estar en esa zona donde nadie puede decirte nada pero puedes aprovechar al máximo el reglamento. La Federación ha anticipado que hará controles aún más extremos y severos en áreas discutibles en los últimos años, algo correcto y justo en lo que todos tendremos que estar preparados para responder bien", finalizaba.