Sin lugar a dudas, el gran perdedor del Gran Premio de Bahréin tiene un nombre claro: Red Bull. Si la clasificación no fue del todo bien tras el accidente de Max Verstsappen en la Q1, la carrera fue mucho peor de lo que la escudería austriaca se podría haber imaginado en la peor de sus pesadillas.

Solo una vuelta. Los dos Red Bull quedaron KO pocos segundo después de apagarse el semáforo. Primero Daniel Ricciardo, quien tuvo que aparcar su monoplaza en los límites del trazado tras quedarse sin electricidad. El caso de Max Verstsappen fue mucho más polémico. El holandés peleaba por posición con Lewis Hamilton, cuando éste golpeo su neumático trasero izquierdo al no tener suficiente espacio. El holandés destrozaba su llanta y se veía obligado a pasar por boxes.

Sin embargo, la carrera no duró mucho más para el joven piloto de Red Bull. Poco después, paraba su coche para decir definitivamente adiós a la carrera. Así terminaba la participación del equipo cuatro veces campeón del mundo en la cita nocturna de Bahréin.

No todo fueron malas noticias para Red Bull, pues su segundo equipo, Toro Rosso, conseguía una fantástica cuarta posición de la mano de Pierre Gasly. Sin embargo, esto no fue suficiente consuelo para un equipo que está sufriendo más de lo esperado en este inicio de temporada. El ‘0’ de hoy es una malísima noticia para los austriacos, quienes ven como los que teóricamente deberían ser sus principales rivales, Mercedes y Ferrari, se alejan en el campeonato.