La motivación en Red Bull está por las nubes después de la inesperada victoria de Daniel Ricciardo en China. El piloto australiano aprovechó su ventaja estratégica al entrar en boxes para poner neumáticos blandos durante el periodo de coche de seguridad y se llevó su primer triunfo de la temporada. Esta victoria resulta un alivio para la estructura austriaca después de su complicado inicio de temporada, donde no han estado a las alturas de las expectativas derivadas de los test de pretemporada.

Ricciardo espera mantener la buena racha en un circuito que le trae muy buenos recuerdos del año pasado. El australiano logró ganar la carrera en Bakú el año pasado también de forma inesperada, sobreviviendo en una carrera que estuvo llena de incidentes. Ricciardo afirma que hay que respetar el desafío que supone el trazado urbano de la capital de Azerbaiyán, pues el mínimo error puede tener grandes consecuencias.

“Te tienen que gustar los circuitos urbanos, pero también tienes que respetarlos y entenderlos. Yo entiendo que, para ser rápido, tienes que ir al límite pero te puede morder. El año pasado, Bakú fue una carrera muy loca para mucha gente. Al igual que la semana pasada en Shanghái, el equipo tuvo una estrategia genial y tuvieron buenos aciertos en la carrera”, declaró Ricciardo.

“¿Pensaba que iríamos subiendo puestos hasta ser primeros? Ni de broma, pero todos los que iban por delante estaban cayendo como moscas. Hice buenos adelantamientos y tenía un ‘momentum’ que me hizo continuar. Cuando crucé la línea de meta estaba un poco confundido, pensando en cómo habíamos ganado la carrera, pero también estaba eufórico. Fue una carrera loca y divertida, definitivamente una carrera para el recuerdo, añadió el australiano.

El circuito de Bakú es distinto a los trazados urbanos tradicionales, como es el caso de Mónaco, ya que permite más oportunidades de adelantamiento. “Bakú es diferente a otros circuitos urbanos porque hay sitios donde puedes adelantar. En realidad, hay muchos lugares donde puedes adelantar, al contrario que en Mónaco o Singapur, donde no los hay. Lo más complicado en Bakú es la frenada porque hay muchos puntos donde tienes que comprometerte y frenar tan tarde como puedas, pero no hay margen de error”, señaló Ricciardo.

“Una vez te has comprometido al punto de frenada, si bloqueas las ruedas, estás en el muro. Diría que lo más difícil de Bakú es encontrar el límite en la frenada y tener esa confianza. Tienes la curva 1, la 2 y luego la recta de DRS. Entonces ves que el muro se acerca. Tu instinto es frenar, así que necesitas confianza para hacerlo tarde. Ese es el mayor desafío de Bakú, poder atacar en la frenada. Es un circuito de altas velocidades”, afirmó.