La última sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Bélgica, en Spa-Francorchamps acabó con el continuado dominio del equipo Ferrari. Sebastian Vettel fue el más rápido de la sesión arrebatándole el mejor tiempo a su compañero de equipo Kimi Raikkonen, el cual había liderado prácticamente toda la sesión.
El piloto alemán marcó un tiempo de 1’42’’661, solo 63 milésimas más rápido que su compañero de equipo, relegando a Lewis Hamilton a la tercera posición, pero eso sí, a solamente poco más de una décima, lo que invita a pensar en una sesión de clasificación frenética. Valtteri Bottas se adueñó de la cuarta posición, pero a ocho décimas del mejor tiempo, lejos de los registros de su compañero de equipo. Los Red Bull finalizaron quinto y sexto, con Verstappen más rápido que Ricciardo, pero lejos, muy lejos, de los mejores tiempos, como en el caso del australiano, a casi dos segundos.
El duelo entre Renault y Force India por ser el más rápido del resto fue vencido por… Charles Leclerc. El de Sauber se destapó con una fantástica vuelta en 1’44’’963 que le permitió posicionarse justo por encima de Sergio Pérez y de Nico Hulkenberg, con Esteban Ocon cerrando el top 10.
Tras él, Marcus Ericsson, que también superó al Haas de Romain Grosjean, y Carlos Sainz, que con su Renault no pudo mejorar la decimotercera posición, justo por delante de Kevin Magnussen. Las últimas posiciones fueron copadas por los Toro Rosso y los Willimas, relegando al penúltimo lugar a Fernando Alonso y a Stoffel Vandoorn al último casillero.
Bien es cierto que las posiciones de la sesión pueden no ser un fiel reflejo de la realidad, ya que una bandera roja aparecida en los últimos minutos impidió a varios pilotos aprovechar un juego nuevo de neumáticos. Dicha bandera roja fue necesaria tras una salida de pista a muy alta velocidad de Stoffel Vandoorne.
El belga fue empujado fuera de la pista por Valtteri Bottas, que ignoró su presencia en plena recta de Kemmel. El de McLaren tuvo que meter los neumáticos en la hierba, perdiendo el control del vehículo y golpeando el muro, afortunadamente para él, sin mucha intensidad. La acción va a ser investigada y difícilmente el piloto de Mercedes escapará de una sanción.
