La propuesta del motor presuntamente ecológico, con cuatro cilindros, 1,6 litros de cilindrada, turbo, y con KERS integrado sólo gusta a Renault, que según rumores, ya tiene muy avanzado su primer prototipo, pero equipos como Ferrari rechazan de plano o McLaren propone una rebaja en la capacidad de los propulsores actuales.

Los fabricantes están divididos y han sido precisamente Cosworth, rescatados por la propia FIA en 2010, los que difícilmente podrían soportar los costes de desarrollo de unos motores completamente nuevos.

Por todo ello, Mark Gallagher en declaraciones a GP Week, aclara la postura de la compañía al tiempo que muestra su pesar ante los vaivenes de un reglamento poco claro a estas alturas, "queremos claridad. Si se trata de un motor de 1.6 litros, está bien, estaremos ahí. Si no es así, tenemos un motor V8 con el que podríamos continuar. No tiene que ser [necesariamente] un V8, un V12 o un cuatro en línea. Si las reglas de la F1 requieren un monocilíndrico de dos tiempos, tendremos el nuestro. El presidente de la FIA (Jean Todt) está escuchando y tomando en todo lo que estamos diciendo. Lo único que queremos una solución".

Gallagher reveló que está a favor de un retraso en la llegada de cambios en los actuales motores a fin de detener la escañada de gastos que supondría el desarrollo de los nuevos. "Hay una gran preocupación por nuestra parteen lo referente a que las nueva reglamentación [de estos motores] no contienen restricciones en los gastos", añadió el representante de Cosworth. "Así que los fabricantes pueden gastar enormes cantidades de dinero y lo que conllevaría a encarecer en gran medida los nuevos motores, pero esta no era la idea".

"Todo el mundo acordó que esto no fuera así, pero desafortunadamente esto es justo lo que pasó. Así que también hemos dicho a la FIA de que una demora podría ser lo correcto [para eludir esto]. Creo que todos los equipos, no sólo nuestros clientes, desean no derrochar más dinero en tecnología de motores".