Con la llegada de Liberty Media al campeonato, Bernie Ecclestone pasó a un segundo plano tras décadas a la cabeza de la Fórmula 1. El grupo americano aseguró, desde los primeros días en la dirección de la categoría, que las novedades irían llegando poco a poco, de modo que la F1 recuperaría la espectacularidad perdida durante los años anteriores, así como su adaptación a las nuevas tendencias que hoy en día son comunes a nivel global, especialmente en el apartado de las redes sociales.

De ese modo, Chase Carey, presidente de la F1, ha vuelto a comentar las diferencias con Bernie Ecclestone a la hora de gestionar un deporte con tanto potencial, pues considera que el británico siempre tenía un "no" por respuesta.

"Yo quiero decir 'sí' a la mayoría de cosas. ¿Qué valor tiene una idea si la respuesta a todo es 'no'? Todo eso crea frustración. Hay una formación de cosas que no fueron hechas y que necesitaban ser hechas. Sentimos que era un deporte que desde los últimos cinco o seis años no había sido gestionado según su potencial. Todos nosotros cometemos errores y nadie es perfecto. Bernie llevó un negocio durante décadas y lo vendió por ocho mil millones de dólares. Merece todo el crédito del mundo por lo que ha hecho. Pero en el mundo de hoy necesitamos que el deporte sea un mercado. No estamos mercantilizando el deporte”, asegura Carey en una entrevista con Press Association.

De ese modo, cree que el nuevo proyecto debe ser enfocado a largo plazo, en lugar de a un periodo más corto; algo que solía hacer Ecclestone.

"Han pasado tres meses y hemos sido muy claros en que el deporte nos sirve si seguimos centrándonos a corto plazo y a ver qué vamos a hacer la próxima semana. Nos importa más pensar en dónde estará el deporte dentro de tres años, más que dentro de tres meses. Bernie siempre estaba centrado en el corto plazo y nuestro objetivo es construir un proyecto a largo plazo", explica.

Por último, señala que hay diversos aspectos a tener en cuenta de cara al futuro del deporte, aunque las decisiones se tomarán tras ser debatidas y estudiadas en profundidad; sin precipitaciones.

"Algunas de las decisiones que hemos tomado necesitaban ser mejor pensadas. El actual motor, por ejemplo, todavía es demasiado complicado, demasiado caro y se perdió algo del sonido que formaba parte de la mítica del deporte. Haremos cosas y algunas llevarán tiempo, no vamos a tener un nuevo motor en dos meses porque si tratamos de hacer eso será peor. Queremos asegurarnos de tener las herramientas para gestionar el negocio, en lugar de lanzar las cosas para que los medios puedan hablar de ello", concluye.