Pero como los hay pertinaces, si decides poner tu dinero en algún piloto, mejor confiar en Fernando Alonso. Ciertamente su Ferrari no tiene aún la velocidad que han demostrado Lotus o McLaren, y por eso no le asignaríamos muchas victorias en esa hipotética quiniela, pero la constancia del asturiano –privilegiada por el sistema de puntuación– y un indiscutible talento velocístico le han impulsado al liderato en solitario del campeonato. Alonso, que multiplica por 7,6 los puntos de su compañero Felipe Massa, ha sido clave para salvar carreras en desventaja mecánica y también para alentar al progreso en un equipo que por fin evoluciona como prometía y que se sitúa en el idílico camino de rebajar los tiempos con cada pieza nueva incorporada. El objetivo, ganar tracción y velocidad punta: Montréal y Valencia serán perfectos barómetros.

Por supuesto, los demás equipos no van a estar quietos. Si Lewis Hamilton sale de Canadá con victoria podría girarse la tortilla, al sellar con triunfo los variopintos errores de su equipo en este inicio de año, y justo en el circuito donde Lewis logró su primera victoria. Los chicos de Red Bull, por su lado, lideran a placer la clasificación de constructores, pero la prohibición de la abertura en el fondo plano de su RB8 no habrá sido plato de buen gusto –aunque digan lo contrario– y además revela la búsqueda desesperada de una solución ‘mágica’ que venga a suplir la pérdida de los difusores soplados y que rompa esa fantástica igualdad ansiada por los aficionados.

CONTRA LA CRISIS... ¿LA BOLSA?

Como adelantamos en otro artículo de Cámara Subjetiva, en Mónaco vimos a Peter Brabeck a la salida de su primera reunión como presidente del Consejo de Supervisión. Los retos que afronta no son pocos e incluirán la negociación con los promotores de los circuitos, ahora agrupados bajo la asociación FOPA. De momento protestan porque los motores Turbo de 2014 serán demasiado silenciosos, pero en breve lo harán porque el canon para organizar los GP son exagerados.

El otro gran desafío lo marcan las televisiones, necesitadas de un modelo de pago por visión que les ayude a sufragar la millonada que exige la FOM. Inglaterra ya tiene una fórmula mixta entre BBC y Sky, a la que se unirá Italia a partir del próximo año… aunque los equipos aún demandan la tele en abierto para que ellos y sus sponsors lleguen al mayor número posible de espectadores. El conflicto de intereses está servido. De fondo, la posible salida a bolsa de la Fórmula 1 en Singapur tras la ‘fuga’ de capital de CVC. La decisión se ha pospuesto ante las dificultades de otras tentativas similares, como la de Facebook, pero el tiempo apremia también en los despachos.

MALDONADO, CON LA REVOLUCIÓN

Pastor Maldonado se estrenó como ganador de un GP en España, donde neutralizó con relativa facilidad los ataques de su amigo y rival Fernando Alonso. El venezolano representa esa clase media que ha emergido con el cambio de normativa técnica y que cuenta para las victorias cuando en 2011 sólo aspiraban a puntuar. Williams, por ejemplo, no vencía desde aquel 2004 cuando era un ‘top team’ junto a BMW.

Sin embargo, el de Maracay no pudo repetir gesta en Mónaco, su circuito favorito: primero chocó con Checo Pérez en Portier por una incomprensible disputa en los Libres 3 y luego acabó extrañamente contra las protecciones de la curva del Casino tras chocar ¡con el guardarraíl interior! En calificación mostró un gran ritmo, pero fue penalizado por el ‘encuentro’ con Pérez y por cambiar la caja de cambios. En carrera duró 200 metros, hasta arremeter contra la trasera del HRT de De la Rosa. El camino a la madurez aún no ha terminado para Pastor.

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