Mientras que las previsiones sobre la degradación y duración de las gomas de las ruedas de los monoplazas en las primeras carreras se cumplieron más o menos como se esperaba, Bridgestone no está tan convencida con la siguiente cita del mundial, China. El moderno circuito diseñado por Herman Tilke será una prueba de fuego para sus compuestos. Hirohide lo explica: “Hay fuerzas laterales altísimas, y esperamos ver una degradación [‘graining’ o ampollas] en los neumáticos delanteros izquierdos, especialmente causados por el incremento de los radios en las curvas dos y en la peraltada de la trece. También habrá degradación en los neumáticos traseros”.

Hay fuerzas laterales altísimas, y esperamos ver una degradación en los neumáticos delanteros izquierdos"

Hirohide advierte también que esta temporada es para ellos especialmente diferente de la anterior, debido a la prohibición de repostaje y los depósitos más grandes de los coches. Además, la pista china presenta una serie de complicaciones de difícil solución: “Es más complicado comparado con 2009 por los coches más pesados y el propio circuito, que exige un reglaje de carga aerodinámica media, que es la que se usará. Además hay dos largas rectas, pero un gran porcentaje de la pista también es técnica y revirada”.

Encontrar el reglaje correcto para lograr el mejor rendimiento de sus neumáticos será una gran ventaja"

Este año la estrategia no es por el volumen de gasolina cargada, sino por el uso de los neumáticos. En China volveremos a ver tácticas en boxes para encontrar los mejores compuestos que mejor funcionen en cada momento. Hirohide da alguna clave a los equipos para triunfar: “Para los equipos y los pilotos, encontrar el reglaje correcto para lograr el mejor rendimiento de sus neumáticos será una gran ventaja. El año pasado el desafío era el cima, y vimos que nuestros neumáticos de lluvia se usaron en la mayoría de la carrera. No era la primera vez que teníamos lluvia en China, así que el cielo debe ser una consideración importante para ese fin de semana”.