Después de la carrera de Shanghái, donde Fernando Alonso terminó por detrás de su compañero de equipo Felipe Massa, el asturiano tildó sin rodeos al 150º Italia de "lento". Además, el diario italiano La Stampa acusaba al subcampeón del mundo 2010 de estar "desmotivado". "No hay rastro del luchador", afirmaba el rotativo.

En respuesta a estas declaraciones Flavio Briatore, ex de Renault, afirmó a la televisión italiana Sky Sport que "el piloto es importante, pero el coche lo es incluso más. El problema con Ferrari es el coche".

"Fernando quería estar en Ferrari a cualquier precio. Está más que satisfecho y hará todo lo que pueda para conseguir un Ferrari más competitivo", insistía Britore.

Asimismo, el excéntrico empresario italiano señaló que la escudería de Maranello tiene el "equipo y los recursos" para mejorar la situación y simplemente "les falta un poco de creatividad", al tiempo que rechazó tajantemente que Alonso haya perdido la motivación.

No obstante, otras voces se han sumado a las críticas de algunos sectores de la prensa italiana, como es el caso del periodista brasileño Livio Oricchio, quien afirmó que "Alonso, el piloto más completo desde mi punto de vista, mostró signos de ser un mal perdedor".

Incluso Adrián Campos, ex mánager del bicampeón del mundo, declaró ante los micrófonos de la Cadena SER que en China Alonso dio la impresión de ser "muy conservador", como si se hubiera puesto como objetivo "simplemente acabar la carrera".

Campos, fundador de la escudería Hispania Racing, también se refirió al actual momento por el que pasa Ferrari: "Parecen estar perdidos, carentes de ideas. Antes eran la referencia, pero está claro que ya no lo son".