La confirmación del final de la asociación entre McLaren y Honda y el cambio a Renault como suministrador del equipo de Woking fue uno de los anuncios más esperados de la temporada. De esta forma, la escudería británica espera obtener la próxima campaña una garantía de rendimiento que no pudo tener con el fabricante japonés desde el comienzo de la relación en 2015.

Debido a la tardanza del anuncio, que se ha hecho esperar hasta mediados de septiembre, McLaren admite que el desarrollo del monoplaza se ha retrasado dos semanas. Aun así, en la estructura confían en que puedan recuperar el tiempo perdido para tener el coche listo para el comienzo de la actividad en pista en 2018.

“Obviamente, será un desafío. Ahora tenemos que trabajar las 24 horas del día en un intento de recuperar el par de semanas donde una decisión ideal se podía haber tomado. Pero dos semanas son recuperables. El cambio a Renault no comprometerá los planes del año que viene”, declaró Eric Boullier.

“Por supuesto, no tenemos la misma experiencia que otros clientes, así que tenemos que descubrir el paquete. Pero podemos confiar en que nuestros ingenieros harán una gran labor, pero se va a necesitar mucho trabajo y estoy contento de ver que hay mucha energía dentro de McLaren para intentar recuperar el tiempo tan rápido como sea posible”, añadió.

Boullier no cree que tengan que poner fin al desarrollo del coche actual a pesar de contar con una unidad de potencia diferente la próxima temporada. “Estamos incrementando la cantidad de trabajo para asegurarnos de que podemos recuperar tiempo, y cuando lo hagamos volveremos a la manera estándar de trabajar. Tenemos un diferente proceso de trabajo porque el coche del año que viene, a pesar del cambio de motor, es una evolución. Eso no cambia la forma en la que trabajamos”, explicó.