Tras el anuncio de Fernando Alonso y McLaren para disputar las 500 millas de Indianápolis se empezó a tratar quién le sustituirá en el Gran Premio de Mónaco. Todo indicaba a que sería Jenson Button el elegido, tanto por su experiencia como por los lazos que aún le unen a McLaren. No tardaría en confirmarse, declarando Jenson Button que no se le ocurría un lugar mejor para volver a pilotar un Fórmula 1.

A pesar de que apenas se han disputado tres carreras desde que Jenson Button abandonase la Fórmula 1, la categoría ha tenido una importante renovación a nivel técnico, con un paso por curva mucho más elevado que la pasada temporada, por lo que no pocos se preguntaron si el británico tendría una primera toma de contacto con el vehículo antes de lanzarse directamente a las calles del principado.

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Las opciones serían disputar entrenamientos libres en Rusia o en España, o la más fácil, que estuviera presente durante los test post Gran Premio de Bahréin. Para sorpresa de todos, esto no ocurrirá. McLaren sigue sin dar una motivo convincente de por qué Button no probará el coche antes de Monaco, proporcionando eso sí unas excusas de lo más curiosas.

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Y es que aunque nadie cuestiona la preparación física de Jenson Button, el cual siempre ha practicado deporte a un altísimo nivel, pero tampoco se entiende qué mal podría hacerle ver cómo los actuales monoplazas actúan en el cuello, así como probar el paso por curva y el agarre de los nuevos neumáticos sin que el trazado esté delimitado por barreras.

La última de estas curiosas excusas proporcionada por Eric Boullier venía a decir que el simulador es muy real, y que era más conveniente probar el simulador que el coche en pista. A pesar de atentar contra toda lógica, el francés se mantuvo firme en sus palabras, a pesar de que en McLaren decidieran darle a su piloto de simulador una sesión de test para comprobar diferencias. Jenson, tendrá que esperar hasta Mónaco.