Poder regalar los primeros puntos de la historia a tu equipo no es algo que ocurra todos los días. Pues bien, eso es lo que hizo Jules Bianchi, en el pasado Gran Premio de Mónaco. Esta victoria, a pequeña escala, es la que hace al jefe de Marussia, John Booth, ahora replantearse los retos más a corto plazo de la escudería, fijando volver a puntuar como máxima aspiración. De esta forma el resultado cambia “definitivamente” los objetivos que se planteaba el conjunto a principios de temporada.

"Ahora creeemos que somos capaces de hacerlo. Sabemos que podemos estar a ese nivel, quizás no en circuitos como Canadá, Monza o Spa, porque son algo difíciles para nosotros, pero en Austria, Silverstone o Hungría, creo que podríamos repetir ese nivel de actuación", explicó Booth para Crash.net.

Respecto a la posibilidad de quedar décimos en el campeonato de constructores, a Booth le seduce más el beneficio que supondría para la moral del equipo este premio que cualquier reporte económico, aunque considera a este último importante para seguir mejorando.

"Hay potencial económico, pero eso nos hace creer en lo que estamos haciendo. Somos un equipo pequeño, de 193 personas en total, creo que somos 130 menos que cualquier otro equipo, eso nos hace tener confianza en nuestro trabajo", apuntó el de Marussia.

Aunque las mejoras que están haciendo en su garaje son a un nivel menor con respecto a los grandes equipos, por pequeñas que sean, Booth observa que les están haciendo progresar, poco a poco, y sobre todo, ganar confianza en sus posibilidades, pues según él, las tienen.

"Introdujimos pequeñas piezas al monoplaza en Barcelona, empezamos desarrollando ese potencial en los entrenamientos de Barcelona así que llegamos a Mónaco con mucha esperanza. Cuando hablo de piezas pequeñas, hablo de partes que cuestan unos pocos miles de libras, no son actualizaciones de 100.000 libras. Así que eso nos hace creer en lo que hacemos", finalizó.

Graeme Lowdon incita a Marussia a seguir trabajando para mantener el nivel todo el año