¿Qué relación tienen la Fórmula 1, Jenson Button, Giedo van der Garde, McLaren, Caterham, y la lluvia con la música irlandesa? Bien sencillo, el Bavaria Cuty Racing Dublin, el evento de motor que ha llevado la máxima categoría del automovilismo a las calles de la capital irlandesa. Además de los monoplazas del Gran Circo, Dublín se ha vestido de gala para acoger a más de 70 automóviles y motos que han participado en la cita. A pesar de la lluvia intermitente, del viento y de los 10º grados de temperatura ambiente, más de 110.00 espectadores, según los organizadores, han presenciado uno de los eventos deportivos más importantes del año en Irlanda.

Con el gran atractivo de la presencia de Button y Van der Garde, la lluvia no ha impedido que los dublineses llenaran las calles en motivo del Bavaria City Racing Dublin. A pesar de la climatología irlandesa a lo largo de la jornada, el sonido del MP4-26 y del T128 se han unido a la música celta presente en cada rincón de la capital. Además, los miles de paraguas abiertos han compartido color con los monoplazas de la F1 y se han integrado a la perfección en el paisaje dublinés.

El máximo reclamo del día han sido las tres tandas que el campeón de 2009 ha ofrecido a los aficionados que han aguantado heroicamente los 10º ambientales a lo largo del día. A las doce y veinte, el británico se ha subido al McLaren MP4 Supercar para disfrute de los irlandeses y turistas que inundaban la ciudad pero también para gozo de su pilotaje. Una hora después y con la lluvia de nuevo como telón de fondo, el británico se ha subido al MP4-26 y ha dado tres 'vueltas' al trazado dublinés. En los diez minutos que ha durado su primera aparición al volante del monoplaza de 2011, Button ha trompeado, ha quemado goma y ha hecho donuts, todo aquello que no puede hacer durante un Gran Premio y entusiasma a los aficionados.

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Desde el Convention Centre hasta O'Connell Bridge, el público ha cubierto cada centímetro del recorrido para no perderse a los más de 70 automóviles y motos que han participado en el Bavaria City Racing. A pesar de la lluvia y del frío, Button ha asegurado estar sorprendido por la multitud de personas que se han acercado al centro de la ciudad. Pasadas las dos y media de la tarde, el piloto de McLaren ha realizado su última tanda de exhibición pilotando el MP4-26. Ya sin lluvia y con el asfalto secándose poco a poco, las condiciones han sido favorables para que los espectadores disfrutaran de las maniobras, pilotaje y emoción del Fórmula 1 pilotado por el campeón de 2009.

Tras recorrer las calles de Dublín y a una semana para que se dispute el Gran Premio de Canadá, el británico ha afirmado que, además de divertirse al volante del monoplaza, la exhibición le ha servido para hacer kilometraje. "Cuando se trata de eventos así, la diversión es lo que cuenta. Incluso con la lluvia, creo que la gente se ha sorprendido al ver un monoplaza de F1 por las calles de Dublín. Pero sí, se podría decir que lo de hoy me ha servido de entrenamiento", afirmaba Button con una amplia sonrisa en la rueda de prensa posterior a su exhibición.

En la capital irlandesa, la Fórmula 1 también ha estado representada por la escudería Caterham y su piloto reserva, Giedo van der Garde. El piloto de la GP2 Series ha realizado tres tandas a lo largo de la jornada y al volante del T128, el monoplaza de 2011. Quemando goma en la zona de la Custom House Quay, derrapando en las curvas de D'Olier Street y Trinity College, el holandés ha trompeado varias veces en la chicane de O'Connell Bridge. El programa de Van der Garde se ha centrado en la franja horaria de la tarde, ya que su primera aparición ha sido a las dos del mediodía. Hora y media después y con el cielo despejándose, el de Caterham ha aprovechado la oportunidad para deleitar a los aficionados con los donuts y derrapes en varios puntos del trazado dublinés.

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Tanto Button como Van der Garde han sido las estrellas de la jornada, han iluminado el día y han caldeado el ambiente gracias a sus maniobras al volante de sus monoplazas. Aunque la acción ha transcurrido con normalidad, el holandés se ha visto sorprendido cuando el T128 se ha parado cerca del Convention Centre, punto de inicio del circuito. Al querer girar el monoplaza y dar la última vuelta por las calles de Dublín, los mecánicos de Caterham han tenido que ayudarle a mover el monoplaza y colocarle en la dirección adecuada para que pudiera realizar su última exhibición.

Gracias al Bavaria City Racing, Dublín ha disfrutado de cinco horas de deporte de motor y ha contado con la presencia de dos escuderías de Fórmula 1. Como si de un Gran Premio urbano se tratara, los irlandeses han llenado las calles luciendo camisetas de McLaren, banderas, gorras de Caterham y demás atuendos para festejar que, por un día, monoplazas de la máxima categoría han rodado por el centro de la ciudad. Quién sabe si el evento puede servir de preámbulo para albergar una carrera del Mundial....