El trazado de Sepang se despide de la Fórmula 1. Hasta que las autoridades malayas no cambien de opinión, no habrá carrera en el país. Ni con la colaboración de Petronas (compañía estatal), patrocinador principal del equipo dominador en la Fórmula 1, las autoridades no han conseguido rentabilizar el fuerte canon de la FOM, quedándose únicamente con el mundial de MotoGP.

El circuito se había ganado el corazón de los pilotos por la combinación de curvas y ciertos cambios de rasante que convertían el lugar en un emplazamiento dónde para pilotar, incluso donde los pilotos de un mayor talento podían sacar sus cualidades a relucir. También el corazón de los aficionados, que habían encontrado en Sepang un circuito con múltiples puntos de adelantamiento, algo que cuesta ver en muchos circuitos mundialistas.

Pero tristemente, abandona el calendario. Quizás por este motivo la asistencia se ha visto incrementada respecto a años anteriores, quedándose cerca de la cifra histórica de asistencia marcada en 2013, sin olvidar que los promotores habían realizado campañas de entradas gratuitas para los más jóvenes.

Durante el fin de semana, un total de 110.604 personas se acercaron al circuito, lo que supone un incremento del 31,9% respecto al pasado año. El día de la carrera fue el que más asistencia acumuló, con un total de 56.015 personas, siendo aproximadamente un 20% de público de fuera del país. El Gran Premio de Malasia pone fin a 19 años ininterrumpidos de Fórmula 1 con un promedio de casi 100.000 espectadores por año.