El doble accidente de la salida del Gran Premio de Brasil, con cinco vehículos afectados más alguno otro que decidió cambiar de estrategia tras la aparición del coche de seguridad con una pronta parada en boxes, provocó que Lewis Hamilton ganase un buen número de posiciones sin esfuerzo, algunos de ellos como el Red Bull de Ricciardo o el Force India de Ocon, que podrían haber sido cocos a la hora de intentar adelantarlos.

Pero al mismo tiempo, éste mismo coche de seguridad que mantuvo compacto el pelotón le quitó unas vueltas esenciales en su propósito de llegar a cabeza de carrera. Por este motivo, Lewis sabía que cada vuelta en tráfico dilapidaba un poco más sus opciones, por lo que no dudó en lanzarse con el cuchillo entre los dientes tras la marcha del coche de seguridad.

Sin poder contar aún con la ayuda del DRS, Hamilton consiguió adelantar a un Toro Rosso, un Williams y un Sauber a ritmo de piloto por vuelta, a pesar de lo corto del trazado de Interlagos. Eso sí, no deja de ser sorprendente lo bien que aguanta el tipo un vehículo como el Sauber en la zona revirada, o como el propio Hamilton sufre para entrar en algunas curvas con los neumáticos blandos y el coche cargado de combustible.

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