Una temporada más, Fernando Alonso terminará la temporada sin lograr su tercer título mundial. Cuando el español entró en la Scuderia parecía que todo iba a ir sobre ruedas. Una victoria el primer día en que se vistió de rojo (en Bahréin, el año pasado), parecía presagiar una racha de victorias 'ferraristas'. Pero, de momento, nada más lejos de la realidad. En España, donde somos muy propensos a derribar ídolos a la primera de cambio, no faltan los comentarios despectivos hacia la falta de rendimiento del asturiano. ¡Qué difícil es hacer entender a un profano que no basta con tener un Ferrari para ser campeón mundial!

La Fórmula 1 está hecha de ciclos: en los 90 nadie podía con Williams, y ahora llevan siete años sin ganar una sola carrera; Ferrari era invencible a principios de este siglo, pero desde 2007 nadie ha repetido el triunfo de Räikkönen. La sequía de victorias de Fernando Alonso se parece mucho al ciclo vivido por, nada más y nada menos, que Michael Schumacher cuando fichó por la Scuderia. Y éste ganó cinco mundiales más tras recuperarse. Si es así, ¿quién dijo que Alonso está en crisis?

Tire, Automotive tire, Automotive design, Open-wheel car, Vehicle, Automotive exterior, Automotive wheel system, Red, Car, Formula one car, pinterest

Michael Schumacher con el Ferrari F2004 con el que consiguió su séptimo y último Mundial

EL VALOR DE LA CRISIS
Hoy, cuando se les pregunta, casi todos los pilotos aseguran querer parecerse a Ayrton Senna. Teniendo a un siete veces campeón mundial como Schumacher en la pista, la verdad es que nadie le pone como referencia, quizá simplemente por el romanticismo del pasado que evoca el nombre de Ayrton. Alonso lo dijo en su día: "Quiero ganar al menos tres títulos, como Senna". Y parece ir camino de conseguirlo. Pero ese tercer mundial se resiste como un amor platónico que se hace de rogar.

El caso es que las trayectorias en Fórmula 1 de Alonso y Schumacher tienen bastantes puntos en común hasta que coincidieron en espacio y tiempo. Y, entonces, nos regalaron auténticos momentos históricos, con batallas apoteósicas que nos mantuvieron pegados a la televisión durante vueltas y vueltas, en una época en la que adelantar no era tan sencillo como apretar un botón 'mágico'. ¿Cómo olvidar los dos Grandes Premios consecutivos de San Marino, en 2005 y 2006? El primero de ellos, con un Fernando Alonso conteniendo durante doce vueltas al Ferrari del alemán; en el segundo, a la inversa: Alonso tratando inútilmente de superar al de Ferrari. En ambas ocasiones, la determinación y las cabezas frías de dos pilotos capaces de transformarse en auténticos robots. Los dos son auténticos luchadores que creyeron en sí mismos cuando en sus respectivas patrias comenzaron las desconfianzas y las críticas.

Helmet, Motorcycle helmet, Personal protective equipment, Headgear, Road racing, Racing, Motorsport, Sports equipment, Vehicle, pinterest


Ayrton Senna en marzo de 1991 con McLaren

SCHUMACHER Y ALONSO, CARRERAS PARALELAS
Alonso ganó su primero mundial a los 24 años de edad, mientras que Schumacher lo hizo a los 25. Ambos lo hicieron junto a Flavio Briatore en el que la que podríamos decir que era la misma escudería: Benetton-Renault. Ambos ganaron sus dos primeros títulos consecutivamente y en la misma escudería. Después, ambos ficharon por Ferrari (aunque Alonso pasó antes por McLaren y Renault), y la sequía se prolongó varios años: cinco, Schumacher (de 1995 a 2000); seis, Alonso (de 2006 a 2012, si es que consigue ganar el año que viene).

Schumacher fichó directamente por Ferrari cuando abandonó Benetton, por lo que pasó esas cinco temporadas en la Scuderia sin lograr ningún título mundial. Fernando Alonso sólo lleva dos temporadas en Maranello; 2012 será su tercer mundial en Ferrari. Cuando Michael Schumacher ganó su tercer título (el primero en Ferrari) lo hizo con 31 años… que es la edad que cumplirá Fernando Alonso la próxima temporada. Y Schumacher siguió ganando mundiales hasta que cumplió 35 años de edad, en 2005, cuando llegó un vendaval llamado… Fernando Alonso. Por eso aún es posible seguir luchando por la victoria, por ese tercer mundial que parece querer resistirse, pero por el que nunca es tarde para volver a intentarlo. Eso si Sebastian Vettel no se empeña en monopolizar la Fórmula 1 e inscribir su nombre en tantas tablas clasificatorias caigan a su alcance.

Face, Smile, Sports uniform, Facial expression, Jersey, Logo, Uniform, Team, Championship, Sports jersey, pinterest


Michael Schumacher en 1994 y Fernando Alonso en 2005, sus primeros Mundiales

PERO SIGO SIENDO EL REY
Corea deparó una carrera interesante, entretenida, con estrategias y pilotaje a partes iguales: hubo buenos adelantamientos, con luchas a lo largo de varios kilómetros, grandes defensas e incluso pilotos que recuperaban su posición tras ser adelantados. Jaime Alguersuari protagonizó un duelo precioso contra Rosberg que acabó ganando con un soberbio adelantamiento en la última vuelta. Y también hubo adelantamientos en boxes, de inteligencia, de cálculos y habilidad. Aunque Hamilton logró estropear el récord de Poles de Red Bull y Vettel, no pudo culminar el Gran Premio con una victoria. El inglés 'sólo' ha ganado en dos carreras (China y Alemania) y se siente desmotivado por los comentarios de la prensa y porque Jenson Button, a la larga, ha demostrado más inteligencia, templanza y dominio de la situación para anotarse una victoria más que él hasta ahora y el que podría ser el subcampeonato de 2011.

Hamilton siempre ha querido un tercer mundial, pero para él también están pasando las temporadas y de momento no ha podido. Pero él es joven, y tendrá más oportunidades. Lo interesante es que hay un buen elenco de pilotos dispuestos a luchar en 2012 por el Mundial, con nada más y nada menos que dos campeones del mundo (Hamilton y Button) y tres múltiples campeones (Schumacher, Alonso y Vettel). Entre estos cinco campeones suman trece títulos mundiales (gracias sobre todo a la gran aportación de Michael, con siete trofeos), pero nos da una buena muestra de la calidad de pilotaje que hoy en día podemos disfrutar y presumir, una época que los nuevos aficionados querrán haber vivido en directo.