Fernando Alonso ha hecho balance de los primeros entrenamientos libres en Mónaco, los cuales fueron algo atípicos por la aparición de la lluvia que anuló prácticamente la segunda sesión del jueves. El de McLaren tiene claro que, independientemente de lo que ocurra en Mónaco o en cualquier otro trazado, su claro objetivo es el de volver a ser campeón del mundo.

Sin poder probar los neumáticos superblandos ni hacer tandas largas, el español fue octavo en los primeros entrenamientos del día e hizo pruebas de manejabilidad con el MP4-30 con el piso mojado por la tarde para recopilar datos importantes para el equipo.

El bicampéon ha preferido no arriesgarse sobre su resultado en la vital clasificación del sábado, aunque lo que sí tiene claro es que no quiere que llueva para poder llegar bien preparados a esta sesión con un buen trabajo en los Libres 3.

"Solo espero que no llueva el sábado para que podamos completar nuestro programa. ¿Qué ocurrirá en la clasificación? No tengo ni idea. Y al final, en realidad, no importa. Quiero ser campeón de nuevo y sé que no va a ser este año, por lo que esta temporada se trata de empezar a construir algo grande y estoy trabajando en eso", ha señalado a la web oficial de la Fórmula 1 consciente de que, en este 2015, ha de conformarse con pequeñas victorias en lo personal con los avances del equipo.

"Tienes que restablecer tus expectativas cada fin de semana y cada año, en función de lo competitivo que sea tu paquete. Así que habrá que ver lo que podemos hacer aquí. Tengo recuerdos fantásticos de mis victorias aquí, pero ahora será diferente. Aún estamos al comienzo de un gran proyecto. Ya he dicho que si quieres vencer a Mercedes solo hay una forma: asumir riesgos y tener algunas ideas extremas en el coche, como las que tenemos. Es mejor arriesgarse que ser siempre segundos", ha señalado.

El MP4-30 no trae mejoras representativas al Principado, por lo que la buena imagen del jueves vino por la menor importancia que tiene el motor en Mónaco y a una buena respuesta del chasis de su bólido.

"No tenemos mejoras, así que ese resultado llegó porque este es un circuito de potencia muy baja, lo que significa que el motor cuenta con muy poco aquí, y el chasis está respondiendo muy bien. Lo bien que vamos lo veremos mañana por la tarde", ha dicho.

"El manejo del coche es lo que marca la diferencia. Con tantas curvas lentas es necesario tener confianza en el monoplaza porque gran parte del tiempo de vuelta sale del piloto, de su experiencia y su confianza en lo cerca que puede pasar de las barreras. Y tengo que decir que lo que vi ayer fue muy prometedor", ha confesado.

Por último, sobre el futuro que le espera a la Fórmula 1 con unos cambios de cara a 2017 ya encima de la mesa, el asturiano ha dado su opinión, donde ha vuelto a dejar claro que para él estas normas devuelven el deporte al pasado, lo que demuestra que las cosas no se han hecho del todo bien.

"No estoy seguro de si podrán ayudar a los equipos más modestos, pero espero que ayude a la F1, que sean buenos para el deporte. Siendo realistas estamos volviendo a las reglas que teníamos en el pasado, por lo que de cierta manera se reconoce que se han cometido errores en los últimos cuatro o cinco años con respecto a las reglas", ha dicho.

"Si vuelves atrás significa que era mejor antes. No puedes ser sólo un segundo más rápido que un GP2 y, aun así, creo que los fans seguirán. Espero que 2017 muestre de nuevo los verdaderos colores de la F1: los coches más rápidos y competitivos del mundo", ha concluido.