El futuro de Sauber de cara a la temporada 2018 está completamente abierto en varios frentes. En primer lugar, los suizos todavía no han confirmado su alineación para el próximo año, aunque parece que los movimientos irán en una dirección bastante predecible. Pascal Wehrlein ya reconoció hace semanas que el equipo le comunicó que, posiblemente, no habría sitio para él en 2018, por lo que Abu Dhabi será, presumiblemente, su última aparición con Sauber. Marcus Ericsson tiene más garantías de quedarse, aunque deberá esperar si el presidente de Ferrari, Sergio Marchionne, no opta por colocar a Antonio Giovinazzi y Charles Leclerc en la escudería.

Parece seguro que el monegasco sí será titular en 2018, por lo que habrá que esperar si finalmente es Ericsson o Giovinazzi quien se lleva el gato al agua.

"Aunque el campeonato ya está decidido, el GP de Abu Dabi siempre es un final emocionante para la temporada", afirma Wehrlein. "Por mi parte, daré toda mi energía para hacer el mejor trabajo posible. Me dijeron desde el principio que probablemente no habría lugar en Sauber el próximo año. Si me pierdo la próxima temporada, volver a la F1 será muy difícil", añade.

Por otro lado, Alfa Romeo podría regresar a la F1 gracias al acuerdo técnico entre Ferrari y Sauber, una idea que entusiasma a Marchionne, por lo que los motores podrían renombrarse por el nombre de la marca de coches italiana.

"Me gustaría volver a ver a Alfa Romero en F1 algún día. Creo que es un lugar donde debería estar la marca. El carácter puramente reconocible de Alfa es algo que pocas marcas pueden reclamar o incluso aspirar. La marca está lista para retomar su posición legítima como una de las principales marcas de automóviles Premium del mundo", explica Marchionne a la revista AUTO e la FIA.