Definitivamente la temporada 2018 está siendo más movida de lo habitual en lo que a exprimir el reglamento se refiere. El grueso de la actual reglamentación técnica entró en vigor en la temporada 2014, y los equipos tienen que ir cada vez más al límite para encontrar rendimiento.

No se trata de los apéndices aerodinámicos colocados sobre los retrovisores y el ‘halo’ que Ferrari estrenó en el Gran Premio de España, ni tan siquiera de la tan hablada quema del aceite, con sus continuos anexos de qué se puede hacer y qué no y con la FIA estrechando el cerco cada vez más sobre quién pueda estar haciendo un uso ilegítimo.

En esta ocasión se habla directamente de trampas en una información con mucho aire de rumor proveniente desde Alemania, en la que se dice que Ferrari habría estado engañando a la centralita para sacar más energía eléctrica que los 4MJ permitidos por el reglamento.

Dicha información asegura que el engaño se produciría de una forma muy sofisticada hasta el punto de que los técnicos de la FIA no tienen posibilidad de comprobarlo, algo similar al tema de la quema del aceite, sobre el que han tenido que ir improvisando. También se estima que esta potencia eléctrica extra es la que habría dado a Ferrari el potencial suficiente para luchar por la pole position, y que ha sido la diferencia durante la sesión de clasificación del Gran Premio de España.

De comprobarse este mal uso a propósito, sería de una magnitud similar al doble depósito de BAR-Honda en 2005, algo que le costó al equipo la descalificación del Gran Premio de San Marino y perderse las carreras de España y Mónaco a modo de castigo. Sin embargo, el hecho de que la FIA no haya realizado ninguna notificación ni aclaración al respecto, a modo de aviso, como si ha ocurrido en otras ocasiones, hace parecer que se trata más de una acusación indirecta o sospecha de un rival.