La carrera de Fernando Alonso en el Gran Premio de México volvió a durar muy poco. El piloto asturiano no pudo evitar llevarse puesto un trozo del alerón de Esteban Ocon en los primeros metros de la carrera, un golpe que causó daños críticos en su McLaren y le obligó a retirarse. Alonso se queda de esta forma con un sabor de boca amargo tras la buena labor realizada en clasificación.

“Pasaron tres o cuatro vueltas, así que tuvimos una carrera corta otra vez. Uno de los trozos del alerón del Force India entró en el radiador del coche y seguramente dañó algo del sistema de refrigeración. A falta de que vuelva el coche y sepamos lo que tiene, se rompió algo dentro y no pudimos continuar”, declaró Alonso ante las cámaras de Movistar F1.

Aunque no se vio involucrado en ningún incidente durante la primera vuelta, Alonso acabó siendo una víctima de los toques entre otros pilotos. “Un poco de mala suerte. De todos los trozos que había volando en las primeras curvas de dos coches que se tocan entre sí, y que no estás involucrado, que un trozo acaba en el hueco del radiador es casualidad”, comentó.

Alonso prefiere quedarse con el buen recibimiento por parte de los aficionados mexicanos en su última aparición como piloto de Fórmula 1. “Abandonar nunca deja buen sabor de boca, pero hubiera acabado el 8º o el 10º independientemente del día… El cariño de la gente es lo mejor que me llevo. A pesar de no terminar, la tristeza se me pasará en unas tres horas. El resumen es que ha sido un día especial”, afirmó.