Se trata de una versión limitada a 50 unidades, y aunque se inspira en la competición, también está homologada para circular por carretera. En su desarrollo Shelby ha utilizado tecnología actual como son frenos de disco en las cuatro ruedas y un chasis rediseñado.

El interior destaca por su estilo vintage con algunos componentes de inspiración racing, como son varios relojes que ofrecen mucha información sobre el funcionamiento del motor, que como no podía ser de otro modo, es un bloque V8 de 289 caballos y 4.7 litros, aunque también existe la posibilidad de montar bajo pedido otros motores V8, concretamente el de 302 caballos y origen Ford. Hay que señalar que el coche se vende sin motor, un 'extra' que se paga por separado según la opción elegida.

El color elegido para el acabado de esta versión es el denominado Viking Blue que cuenta con franjas horizontales y un círculo en clara alusión a la competición. Su línea exterior también viene marcada por un gran arco antivuelco de aluminio para el piloto y por supuesto por unas llantas que recuerdan al legendario modelo. En cuanto al peso podría estar por debajo de los 1.000 kilos, lo que supondría una excelente relación entre peso y potencia.

Los precios se inician en los 70.166 euros para la versión con carrocería de fibra de vidrio y 115.220 si se opta por acabado en aluminio, a lo que se añade el motor y la transmisión.

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