Carrozado por el maestro del diseño italiano Pininfarina, este cavallino está considerado como uno de los más bellos de la marca. Su valoración de casi cien puntos –la nota máxima- en el exigente concurso de Pebble Beach así lo certifica.
La historia de este Ferrari comienza en 1962 cuando fue expuesto en los salones de Ginebra y Nueva York del mismo año, para acabarse vendiendo más tarde en un concesionario de Phoenix. Tras tomar parte en varias competiciones en Estados Unidos, en 1973 fue comprado por un coleccionista francés que lo mandó restaurar y pintar de rojo. Un cuarto de siglo más tarde cruzó de nuevo el Atlántico para ser profundamente renovado y presentar el sublime aspecto de las fotos.
Su escasa producción, sólo seis unidades en esta versión de batalla corta (SWB), lo convierte en un automóvil exclusivo, bello y... caro.
Ferrari 400 Superamerica Cabriolet Pininfarina SWB 1962
El evento de Clásicos Deportivos celebrado en Mónaco el pasado año tocó techo cuando RM subastó por 3,8 millones de dólares este Ferrari, marcando un nuevo record para dicho modelo.
Por Redacción Car and Driver y Fernando Ramos del Val
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