Cada vez vemos más compañías que se suman y suman a la fiebre de crear su propio coche volador. Una idea que muchos imaginaban más que implementada a estas alturas antes de la llegada de este siglo pero aunque sigamos sin ver en la vida real coches flotantes como los de Regreso al Futuro o Star Wars al menos contamos con una cada vez más abundante y real oferta de aviones-coche que pueden acercarnos ese sueño de volar.

Una de las compañías que se han sumado en este objetivo es Samson Sky y su modelo llamado Switchblade parece que está realmente cerca de salir a las calles y cielos del mundo porque ya han comenzado a aceptar pedidos... y cuentan ya con unos 800 en todo el mundo (procedentes sobre todo de California y Florida).

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La criatura en cuestión es la que vemos en estas imágenes que como otras propuestas parece más un pequeño avión que un coche, de hecho en este caso su tamaño es tan compacto con capacidad para sólo dos personas que parece sólo la cabina de un avión. En su interior alberga un motor gasolina V4 1.6 de 190 CV de potencia que según aseguran otorga al Switchblade una relación peso-potencia similar a la de un Corvette actual y también puede funcionar con una bomba de gas estándar. Así el Switchblade puede alcanzar en carretera los 200 km/h y los 321 en el aire donde puede volar a una altura de hasta 4.000 metros.

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Claro que este tipo de vehículos tienen una serie de inconvenientes. El primero que se necesita una licencia de piloto para poder volar con él y de hecho se necesitarán 300 metros libres para poder ponerlo en el aire y otros tantos más para aterrizar de manera segura. Su envergadura con las alas desplegadas es de 8 metros de ancho por lo que habrá que tener cuidado y sobre todo mucho espacio libre para hacerlo despegar. Incluso es muy posible que también te hagan falta algunos conocimientos técnicos. Además su precio competirá con el de algunos deportivos más que potentes al partir de los 120.000 dólares a los que habrá que añadir 20.000 más.

Pero ¿Qué es todo eso comparado con el sueño de volar con tu propio coche? No es lo que muchos esperaban después de ver algunas películas de ciencia ficción, pero desde luego es un primer paso hacia la conquista de los cielos.

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Antonio Ramos Ochoa

Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.