Puede que en muchas ocasiones se subestime la importancia de los neumáticos y de su cuidado y mantenimiento. Como se ha repetido hasta la saciedad, es el único contacto que tiene el coche con la carretera, y si este falla el coche deja de funcionar bien. Puede que a una baja velocidad por carreteras, sea poco más que un contratiempo, pero con una conducción deportiva a altas velocidades puede convertirse, por lo menos, en un gran susto.
La demostración está en este vídeo de un piloto con su Porsche 991 GT2 RS en unas tandas en Monza. Ya sabemos que en pocos lugares se alcanzan velocidades tan altas, pues bien, incluso para coches tan efectivos en circuito como este GT2 RS modificado con el pack Weissack, frenos brembo y unos neumáticos Pirelli Trofeo R un reventón rozando los 300 km/h puede convertirse en un grave problema de consecuencias imprevisibles.
Afortunadamente la sangre fría del piloto y también, por qué no decirlo, las manos evitaron que el coche acabara perdiendo el control y colisionara con alguno de los muros y pudo frenar con relativa normalidad para acabar en la escapatoria de chicane de final de recta, pero seguro que el susto de ver cómo uno de sus neumáticos estallaba a esa velocidad no se lo quita nadie.
¿Pero por qué pudo ocurrir algo así? Bueno, por lo visto esas Pirelli Trofeo R del Porsche, como el mismo conductor ha confesado, estaban usadas y tenían encima unas 60 vueltas en Nürburgring. La vuelta rápida en el giro anterior al reventón y unos 55º C de temperatura de la pista debieron de hacer el resto. Por eso en la descripción confiesa que se llevó esta lección: “Si vas a ir a un circuito serio, sé serio y pon neumáticos nuevos!”.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
