El plan VEA, de ayuda para los Vehículos Eléctricos y Alternativos, tenía prevista su llegada para este verano pero se ha visto retrasado debido a que aún no se han aprobado los Presupuestos Generales del Estado. Ahora, todo apunta a que estará operativo en el último trimestre del año, según informan fuentes del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a Europa Press.

"La tardanza en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018 y el bajo grado de ejecución presupuestaria en el ámbito de la industria hasta junio han provocado este retraso", explicaron dichas fuentes. Debido a este aplazamiento, la ayuda para incentivar la compra de vehículos eléctricos, de gas licuado del petróleo –GLP–, gas natural comprimido –GNC– y licuado –GNL– y motos eléctricas aún tardará unos meses en llegar.

Pese a que la llegada del plan MOVEA supuso la supresión del plan PIVE, no descartan poner en marcha un nuevo Programa de Incentivos al Vehículo Eficiente.

Aunque consideran que el plan PIVE ya cumplió su función y que el mercado español actual “se encuentra en un buen momento”, el gobierno planea promover una evolución del mismo.

Con la llegada de los coches eléctricos y alternativos, el sector del automóvil está sufriendo una “profunda transformación” que también afectará a los concesionarios.

"Cada vez más, el modelo de negocio gira en torno a cómo el cliente resuelve sus necesidades de movilidad, de manera intermodal y contando con una oferta de servicios creciente. Este fenómeno también afectará a los concesionarios y requerirá un análisis en profundidad para garantizar su viabilidad futura".