Seguro que te lo estás preguntando, pero no. No estamos ante un coche de Mecano de dudosa estética y a escala real. Este coche es totalmente real y es obra de una desconocida compañía rusa llamada Partisan. Lo no que no podemos negar es que su peculiar aspecto lleno de líneas rectas y un 0 % de curvas hacen que este Partisan One sea candidato a uno de los coches más feos que hayamos visto. Pero al parecer todo tiene un motivo.
Porque este coche obra del ingeniero ruso Juri Postnikov y pensado para uso militar ha nacido para ser extremadamente duro y fiable, dejando el apartado estético para otro día. El resultado es una estructura increíblemente simple compuesta por distintas vigas y placas unidas pensadas para ser fácilmente sustituibles en caso de que haya algún problema. Tanto que de hecho el fabricante ofrece una garantía de hasta 100 años, superior a cualquier otra cosa que hayamos visto.
Esta filosofía de diseño y construcción permite además que la carrocería sea modulable pudiendo optar entre un vehículo de tres o cinco puertas, en modo pick-up o no, e incluso entre una versión 4x4 o 6x6, y eso no es todo, porque hay en desarrollo una aún más salvaje versión de ocho ruedas motrices que estamos deseando ver traducida en imágenes reales. De hecho la versión mostrada en la imágenes es la más pequeña de todas con 4,72 m de largo, 2,30 de ancho y 2,23 de alto.
Placas y vigas de diseño simple pero de dureza de primer nivel porque están compuestas de una chapa galvanizada antióxido que incluso puede ser antiminas si así lo solicitamos. Bajo ellas se esconde un motor Fiat de 2,8 litros con 150 CV de potencia, pero incluso aquí es personalizable, pudiendo solicitar la instalación de una mecánica híbrida o 100% eléctrica.
Sus posibles compradores tendrán que decidir si compensa la obsesiva practicidad y fiabilidad de este cuadrado con ruedas frente a su diseño simple. Si están interesados su precio parte de los 49.500 euros.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.