Mansory ha dado un giro de tuerca muy deportivo al Mercedes-AMG GLS 63, con un aspecto musculado y detalles adicionales que le confieren una imagen más exclusiva.
Con una carrocería pintada en un gris metalizado, el spoiler frontal presenta los primeros cambios que podemos observar, con aberturas y tomas de aire ensanchadas, luces diurnas integradas y una parrilla frontal en la que podemos ver el logotipo del preparador en su centro. En el capó también vemos un par de tomas de aire, que le dan ese toque deportivo que le diferencia que la versión original. Por otro lado, los pasos de rueda se han incrementado para poder montar una llantas de 23 pulgadas.
Según nos acercamos a la zona posterior, vemos nuevos detalles en los laterales, así como un llamativo alerón trasero, a modo de prominencia del techo, así como un nuevo y gran difusor.
El interior también está rediseñado con un carácter deportivo, con un pequeño cambio en el aspecto del volante, para hacerlo más cómodo a las manos, así como acabados en cuero en todo el habitáculo.
Bajo el capó se esconde un motor doble turbo de 5.5 litros, capaz de generar una potencia de 841 caballos, casi 300 más que el modelo original. Así, es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y ronda los 300 km/h de velocidad punta.
Teniendo en cuenta que la versión de fábrica supera los 150.000 euros, habrá que rascarse el bolsillo para poder maquillar a este GLS 63 con un pack espectacular.