Coches como el Mercedes clase S Cabrio son perfectos para simplemente disfrutar de la conducción por alguna pintoresca ruta. Para aquellos que buscan más algo más de deportividad y potencia nació el AMG S63 Cabrio con nada menos que 612 CV de potencia. Podríamos pensar que es suficiente, pero para aquellos que quieran ir con la melena al viento aún más rápido nace esta locura obra del preparador alemán Posaidon.

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¿Para qué podría necesitar alguien más de 1.000 CV en un Mercedes Clase S descapotable? No lo sabemos, pero Posaidon lo ha logrado. Y lo ha hecho retocando el viejo V8 biturbo de 5.5 litros que ahora pasa a ser de 6.3 litros y mejorando también los turbocompresores, la admisión de aire, la relación de compresión entre otros ajustes.

El resultado son 420 CV y 500 Nm extra para conseguir crear un monstruo vestido de traje con un total de 1.005 CV de potencia y 1.400 Nm de par, lo que le permite a este S63 Cabrio alcanzar los 100 km/h en menos de 3 segundos y los 350 km/h de velocidad máxima.

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Además según la compañía esta preparación no está sólo limitada a este cabrio de altos vuelos sino que puede aplicarse a otros modelos de la marca de la estrella como las versiones AMG 63 de las Clases S, CLS, ML y G y lo mejor de todo es que como vemos mantiene la elegancia y discreción del modelo original.

Por supuesto llegar a sacar más de 400 CV extra de un AMG no resulta fácil, como ya hemos visto, y por tanto tampoco es barato. No hay precios concretos, los interesados tendrán que ponerse en contacto con el preparador alemán, pero entendemos que esta evolución para alcanzar tan redonda y enorme cifra tendrá un precio a la altura.

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Antonio Ramos Ochoa

Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.