Por el momento está en fase de borrador –estudio– y no se aplicará hasta el verano, pero el Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid en colaboración con la Universidad Politécnica está revisando el ya famoso Protocolo que se aplica en situaciones de alta contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2) y va a ser más restrictivo.

Las modificaciones que están en fase de estudio son los criterios por los que se activa el Protocolo y la limitación de circulación a los vehículos más contaminantes a partir del llamado escenario 2. También está previsto tener más en cuenta a los distritos del exterior de la M-30.

Las medidas que se aplican actualmente son de enero de 2016 y fijan que con que dos estaciones de de la misma zona superen los 180 microgramos por m3 ya supone un preaviso y con 200 aviso, siempre que esto ocurre durante 3 horas consecutivas. Como novedad se añadirá que con que serán tres estaciones de cualquier zona las que superen los 180 microgramos por m3 –preaviso– o 200 –aviso– durante 3 horas consecutivas.

De esta forma tendrán más peso las condiciones de contaminación de los distritos del exterior de la M-30. Con ello, la contaminación registrada en las estaciones de los distritos de la periferia tendrá su incidencia en la adopción de medidas.

Otra novedad es que el escenario 3 se activará, además de cuando se produzcan dos días consecutivos de aviso como ahora, cuando se encadenen 3 días de preaviso, lo que supondrá un mayor número de días de escenario 3.

En este nuevo Protocolo la contaminación registrada en las estaciones de los distritos de la periferia también contará para la adopción de medidas.

Al escenario 4 se llegará cuando se alcance el nivel de alerta definido en la Unión Europea, es decir, cuando en tres estaciones de una zona se superen los 400 microgramos por m3 de aire durante tres horas consecutivas.

Por otro lado, se introduce como novedad la limitación de circulación de los escenarios 2 y 3 para los vehículos, que por ser los más contaminantes, no disponen de la etiqueta ambiental emitida por la Dirección General de Tráfico. Los vehículos sin etiqueta son los de gasolina anteriores al año 2000 y los diésel de antes de 2006.

A modo de esquema estos son los protocolos en materia de contaminación que tiene previsto aplicar el Ayuntamiento de Madrid a partir de este verano. Algunas medidas ya se ponen en práctica.

Escenario 1:

1.- Limitación de velocidad a 70 kilómetros/hora.

2.- Recomendación del uso del transporte público.

3.- Recomendaciones incorporadas en el protocolo de la Comunidad de Madrid, al igual que en el resto de escenarios.

Escenario 2:

1.- Prohibido estacionar en zona SER. Solo pueden aparcar los vehículos CERO y, como novedad, los ECO.

2.- Prohibición de circular a los vehículos sin etiqueta ambiental de la DGT en la almendra central –dentro de la M-30–. Esto supone un 13,41% de los desplazamientos que se hacen en esta zona y un 4,3% de las emisiones del tráfico de la ciudad.

3.- Se mantienen el resto de medidas del protocolo actual.

Escenario 3:

1.- Prohibido estacionar en zona SER. Solo pueden los CERO y los ECO.

2.- La prohibición de circular a los vehículos sin distintivo ambiental se extiende a toda la ciudad. Supone una reducción del 17,7% de la circulación en toda la ciudad y del 33,2% de las emisiones del tráfico. En el protocolo en vigor se aplica la distinción por matrículas par o impar pero solo en el interior de la M-30. Se sustituye el criterio de las matrículas por el de los vehículos más contaminantes.

3.- Resto de medidas del protocolo actual.

Escenario de Alerta (4):

1.- Coincide con el nivel de alerta marcado por la Unión Europea al que nunca se ha llegado en Madrid.

2.- Prohibición de circular a los vehículos sin etiqueta y etiquetas B y C. Supone el 99,94% de los desplazamientos.

3.- Todas las medidas anteriores.

Para calcular los porcentajes de vehículos sin etiqueta el Ayuntamiento de Madrid ha utilizado el estudio sobre el parque móvil circulante realizado en 2017. En el mismo, se refleja que el 17,7% por ciento de los vehículos que circulan por la ciudad no tienen distintivo ambiental de la DGT, la clasificación de los más contaminantes.