Se llama The Challenge 2017 - The Private Rally y es una de esas caravanas de superdeportivos que se han puesto de moda a raíz de la Gumbal 3000. No es que esta prueba haya pasado a la historia, es que con una organización seria y unas buenas dosis de civismo, ha dejado atrás su leyenda y además, ha logrado ser más rentable.

Sin embargo, para algunos millonarios en busca de emociones fuertes ha perdido su encanto y ahora sacian su sed de adrenalina en eventos como esta Challenge 2017 que ha cruzado España y Portugal estos días obligando a la Guardia Civil de Tráfico a emplearse a fondo.

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El balance final es un auténtico reguero de multas, hasta 11 por exceso de velocidad. En su alocada carrera a bordo de sus Porsche 911, Mercedes-AMG GT o Ferrari 458 Italia –entre otros-, nuestros protagonistas fueron cayendo uno por uno en los radares de la DGT sin importarles demasiado el precio a pagar. En los primeros kilómetros de la autopista AP-2, uno de estos cinemómetros cazó a tres vehículos por encima de los 212 kilómetros/hora, pero lo que no calcularon sus conductores, de nacionalidad holandesa, es que en nuestro país eso significa incurrir en un delito contra la seguridad vial.

La Guardia Civil organizó un dispositivo para interceptar esos vehículos y detener a sus conductores. Según hemos podido saber hoy, el 5 de septiembre en la carretera A2 a su paso por Zaragoza lo logró con dos de ellos, al volante de sendos Porsche 911 mientras que el tercero, fue arrestado al día siguiente en Madrid. Por supuesto, sus tres vehículos fueron intervenidos y sus propietarios pasaron a disposición judicial.

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Durante los días posteriores, los radares dieron cuenta de otros ocho vehículos identificados también como participantes de esta carrera ilegal que arrancó en Saint-Tropez –Francia– y finalizó en Marbella transcurriendo por ciudades como Andorra, Madrid o Lisboa. Por suerte para varios de sus participantes, no acabó como ellos esperaban.