Es un clásico en la mayoría de las ciudades, las plazas de aparcamiento no sólo están cotizadas, sino que a menudo su tamaño aumenta o se reduce drásticamente en función de cómo nuestros ‘vecinos’ decidan aparcar sus coches. Así, no es extraño estacionar tu vehículo en un lo que popularmente se conoce como “una plaza de toros”, es decir, con espacio de sobra tanto por la parte delantera como por la posterior y al regresar, encontrártelo encajonado entre dos vehículos, uno de ellos fabricado por la famosa filial de urbanos del grupo Daimler, generalmente.

Bien pues harto de enfrentarse a situaciones similares, en una ciudad indeterminada de Brasil, el conductor de este Ford Mondeo –una berlina que supera los 4,80 metros de largo– decidió idear el invento perfecto para no quedarse encajado en una plaza de aparcamiento. Desconocemos si tiene patente o nombre siquiera, pero lo que es incuestionable es que ¡funciona!

En el vídeo que vas a ver a continuación comprobarás como la zaga del Mondeo se eleva unos centímetros y comienza a girar hasta descolocarlo de la línea de vehículos estacionados dándole así acceso directo a la calzada pero, ¿cómo lo consigue? Muy sencillo: con una rueda de repuesto ubicada en el maletero y dispuesta en perpendicular que desciende gracias a un básico sistema electro-hidráulico. De esta forma, el conductor sólo pulsa un botón y esta quinta rueda oculta se encarga de sacarlo de cualquier apuro.

Para ser justos, hay que decir que este invento data de los años 50, pero no sabemos qué resulta más curioso si que este conductor haya decidido rescatarlo o que ningún fabricante actual se haya acordado de él para cualquiera de los sistemas automáticos de aparcamiento que se ofrecen hoy en día.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.